Se necesita un vehículo y expediciones diarias para llevarse los desechos provenientes de tres municipios.
Por Carmen Valle
El lago Petén Itzá es el tercero con mayor extensión a nivel nacional, después de los de Izabal y Atitlán. Como en el caso de los otros dos, llegó a el la contaminación por desechos sólidos y para retirarlos no solo se necesita personal, sino también dinero.
Desde 2020, la alcaldía de Flores, Petén, renta lanchas en las cuales los empleados municipales recorren el lago a diario y retiran la basura a su paso. El primer concurso para esto se adjudicó en enero de ese año por Q47 mil 999. El adjudicado fue César Aroldo Álvarez Aguilar, el único en concursar, y también se le eligió en los siguientes dos eventos por Q48 mil y Q47 mil 998.
En mayo de 2021 cambiaron los proveedores y a partir de entonces alternan Pedro Luis Castellanos Ochaeta, quien ganó Q58 mil, Álvaro Julio Franco Estrada con Q99 mil 446, Neidy Odicel Franco Estrada con Q68 mil 800 y Ronald de Jesús Franco Estrada con Q121 mil 600. El alquiler de las lanchas es cuatrimestral.
Según el director de servicios públicos, Luis Mayén, los vehículos se utilizan también para recoger la ninfa del agua, limpiar el exterior de uno de los puentes en la isla y recibir los desechos arrastrados por la corriente.
“Entre San Benito, Santa Elena y Flores se forma el arroyo Pijul y con la lluvia arrastra la basura hasta el lago. Identificamos la desembocadura y se instaló una barrera de sólidos para detenerlos y evitar su dispersión”, explica el vocero de la comuna, Arnulfo Gualim. Todos los días, la lancha llega hasta ese sector y recolecta al menos cuatro costales de residuos, además de transportar a los empleados para limpiar las orillas del cuerpo de agua.
A decir del personal de la alcaldía, se realizan campañas de concientización con los vecinos para que no arrojen la basura en las calles y así se evite su arrastre. “Pero no se logra siempre y mientras tanto el lago seguía sucio, entonces se optó por hacer las dos cosas al mismo tiempo”, agrega Gualim.
De acuerdo con el ingeniero sanitario Rodolfo Castro, la instalación de barreras son capaces de atrapar los sólidos, aunque no eliminan el problema de fondo. Sin embargo, contribuyen con la limpieza de los ríos y lagos porque hacen más sencillo el trabajo de recolección. Además, los residuos pasan menos tiempo en el agua y por lo tanto tienen menos oportunidad para desintegrarse a tal punto donde ya no son visibles.
Entre enero de 2020 y enero de 2023, Flores adjudicó nueve concursos por el alquiler de lanchas para limpiar el lago. A estos destinó un total de Q491 mil 843 divididos en cuatro proveedores.
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