La comunidad ubicada en Quiché vio en 2019 cómo los introducían por primera vez, pero no funcionaron y según el alcalde aún no hay dinero para echarlos a andar.

Por Carmen Maldonado Valle
Xexuxcap es una aldea en Nebaj, Quiché, donde los vecinos no han tenido drenajes y por ello utilizan letrinas y pozos ciegos. Por ello, la municipalidad instaló en 2019 las tuberías para contar con un sistema de alcantarillado. Año y medio después siguen sin poder usarlo porque no se construyó una planta de tratamiento y aún no se sabe si se resolverá en 2021.
Esta historia se remonta a 2015 cuando los representantes del Comité Comunitario de Desarrollo (Cocode) de la aldea solicitaron “urgentemente” a la alcaldía un sistema de drenajes. El concejo municipal aprobó la ejecución del proyecto, según el acta 81-2015. Cuatro años después, la comuna publicó en Guatecompras el concurso adjudicado posteriormente a Construleyva para elaborar la red sanitaria por Q2 millones 299 mil 328, y debía hacerlo antes de 2020.
Construleyva provee al Estado desde 2009 y a partir de entonces ha ganado 37 concursos con las municipalidades de Quiché por un valor total de Q31 millones 250 mil 256. De estos concursos, 26 fueron otorgados por la alcaldía de Nebaj. Además, ha sido contratada para otras 106 operaciones por Q2 millones 747 mil 552.
Según las bases de este concurso, se necesitaría una planta de tratamiento de aguas residuales, “la cual deberá ser construida antes de que el sistema entre en funcionamiento”. Aun así, el alcalde de ese entonces, Pedro Raymundo Cobo, solo pidió a la compañía hacer las zanjas, instalar los tubos subterráneos y construir e introducir pozos.
El proveedor terminó el trabajo el 12 de julio de 2019, los entonces miembros del concejo municipal acudieron a revisarlo. Según el acta 33-2019, ellos manifestaron “su agradecimiento sobre la ejecución y culminación del proyecto que beneficiará a los vecinos en general”, pero faltaba la planta de tratamiento que debía instalarse antes que las tuberías. Y aún falta.
Según el exalcalde de Nebaj, Pedro Cobo, agradecieron por el proyecto porque “el contratista cumplió con el pedido (…). No hizo una planta de tratamiento porque no se tenía el presupuesto y por eso no la pedimos”.
Para Carlos Torres, ingeniero civil con experiencia en estructuras sanitarias, al construir drenajes es preferible instalar la planta de tratamiento antes de pasar a las demás fases: “si se usa algún material galvanizado para el resto de la estructura, en algún momento va a desprender hierro y plomo, los cuales son contaminantes. La planta serviría para procesar esos químicos y así no terminen en la tierra”.
La construcción de Xexuxcap se hizo con tuberías de PVC y las bases de los pozos se reforzaron con hierro. En este caso, “lo mejor habría sido invertir en una estructura galvanizada para evitar el riesgo de que la temperatura pueda llegar a deformar el PVC”, añade Torres.
Fernando Castañaza, ingeniero civil especializado en gestión de riesgos, concuerda con Torres en que las plantas de tratamiento deben construirse antes de instalar todo las demás para asegurarse de que las tuberías van a responder a las demandas de la planta: “Se puede hacer el entubado antes, pero después las piezas podrían no ser útiles y se deba entubar de nuevo. La comunidad debe hacerse una pregunta: ¿Cuántas veces estamos dispuestos a pagar por la misma obra?”.
Para Castañaza, además, no se puede estimar el precio del entubado realizado en Xexuxcap porque el margen de ganancia de un proyecto es definido por la constructora a su cargo, y por ello es impredecible.
Las consecuencias
La boleta del Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP) de la construcción detalla que en aquel entonces era necesario tener drenajes en Xexuxcap a causa de no tener un lugar en el que terminara el agua usada en los hogares. Por ello, los vecinos defecaban en agujeros hechos en la tierra, las heces se descomponían y luego esto provocaba “el deterioro estético de la comunidad, la incidencia de enfermedades de origen hídrico y generación de malos olores”.
Enrique Calel, vecino de Xexuxcap, asevera que el agua consumida por los vecinos proviene de un nacimiento, y luego ellos le ponen cloro, la hierven y así la ingieren. “Aquí la gente suele sufrir diarrea. El agua no es potable y aunque todos pensamos que podría contaminarse porque no tenemos drenajes, tampoco hemos podido investigar si esa es la razón”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS-OPS) afirma que la diarrea se transmite, principalmente, al ingerir agua o alimentos contaminados y recomienda el acceso al agua potable y a buenos sistemas de saneamiento para mantener la salud.
En países donde las personas tienen ingresos bajos, como Guatemala, “los niños menores de tres años sufren, en promedio, tres episodios de diarrea anuales. Cada episodio priva al niño de nutrientes necesarios para su crecimiento. En consecuencia, la diarrea es una importante causa de malnutrición, y los niños son más propensos a enfermar” según la institución.
A esto se une Adrián Chávez, exviceministro de salud, quien asevera que la ausencia de plantas de tratamiento “condiciona que agua contaminada con heces y desechos fisiológicos atraiga moscas y roedores, y aumenta los riesgos de enfermedades como la diarrea, disentería y fiebre tifoidea”.
Por otro lado, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Quiché es una de las áreas “más rezagadas del país” porque el 82.8 por ciento de su población vive en situación de pobreza. Según indican las cifras de la institución, nueve de cada diez habitantes de Nebaj son pobres, mientras seis de cada diez niños padecen desnutrición crónica o tienen una talla baja para su edad.
En Guatemala, además, no existen regulaciones para eliminar los químicos contaminantes de los productos de limpieza usados en los hogares. En 2011 se presentó la iniciativa de ley 4313 para reducir y, de ser posible, evitar el uso de detergentes y jabones que tuvieran fosfatos, debido al alto grado de contaminación que producen al llegar a ríos o lagos, pero esta nunca se aprobó.
Por lo general, las plantas de tratamiento ayudan a que estos componentes no lleguen en su estado puro a los recursos acuíferos, pero como en Xexuxcap no existe una estructura de este tipo, “se mantiene el riesgo de que el fosfato produzca eutrofización (contaminación del agua a causa del enriquecimiento excesivo de nutrientes en el ecosistema) en los ríos alrededor”.

Calel, el vecino de Nebaj, añade que los representantes de la comunidad han pedido al alcalde , Virgilio Bernal, que haga funcionar los drenajes para poder usar los tubos ya instalados, pero él respondió que por el momento no hay dinero suficiente para construir una planta de tratamiento.
El Cocode volvió a gestionar el proyecto en 2020, sostiene Virgilio Bernal, pero no se le dio trámite porque “nos dedicamos a ver lo de la llegada de la pandemia. Durante este año sí tenemos planeado elaborar los estudios para construir la planta. Después vamos a ver dónde conseguimos el financiamiento y ya se va a hacer, esperando que no pase de 2021”.
El “lugar de las abejas” de Quiché
La aldea Xexuxcap se encuentra a 347 kilómetros de la capital y su nombre significa “lugar o habitación de las abejas reinas” en idioma ixil. Hasta 2019 vivían allí 1 mil 240 hombres y 1 mil 65 mujeres. Según la municipalidad de Nebaj, seis de cada diez habitantes son quichés y el resto está conformado por ixiles y ladinos.
Todas sus calles son de terracería y los vecinos organizaron su propio transporte público a través de 13 microbuses que los llevan al centro de Nebaj y a la cabecera departamental de Quiché. En 2014, además, contrataron a conductores de mototaxis para tener acceso a las aldeas vecinas.
Te recortamos esta nota: Desde hace 21 años comunidades de Ixcán no tienen agua, tampoco hay responsables