Estas son tres ideas de inversión municipal para mejorar la calidad de vida de los vecinos

02 enero 2023

Los recursos administrados por los alcaldes pertenecen a los habitantes. Sin embargo, algunas formas de usarlos tienen más beneficios para unos que otras.

Según los especialistas, una manera de mejorar la salud de los vecinos es gestionar campañas de información para evitar criaderos de zancudos en cementerios y así disminuir los casos de dengue. Foto: municipalidad de Puerto Barrios.

Por Carmen Valle

El artículo 35 del Código Municipal obliga a los concejos ediles a determinar las necesidades y los problemas locales para resolverlos a través de políticas públicas y planes de desarrollo. Así, su responsabilidad es garantizar la calidad de vida de los vecinos y para lograr esto, según los expertos consultados por Ojoconmipisto, puede invertirse en al menos tres aspectos.

Prevenir enfermedades

Según el ministerio de Salud, una de las epidemias frecuentes en Guatemala es el dengue, con un promedio de 85.23 casos anuales por cada 100 mil habitantes entre 2011 y 2020. Esta se transmite a través de las picaduras de mosquitos portadores y puede causar desde molestias, náuseas y sarpullidos, hasta sangrados, cansancio y vómitos frecuentes.

A decir de la microbióloga Pamela Pennington, las municipalidades tienen un papel importante en prevenir la transmisión del virus con prácticas donde se eviten los ambientes propicios para ella. Algunas de estas son campañas de información sobre el dengue para no tener en las casas recipientes donde se acumule el agua.

También se deben generar reglamentos para el manejo de los cementerios, pues con la humedad se crean climas propicios para la proliferación de mosquitos. En estos casos, es su tarea evitar las flores naturales, el agua en los floreros y la acumulación de líquidos en las calles de los camposantos.

Sin control

Otra enfermedad aún sin erradicar en el país es la rabia y una de las razones es la falta de control respecto a la presencia de perros sin cuidado en las calles. “Estos son los más cercanos a los humanos, pero al estar sin dueño, es difícil que tengan esquemas completos de vacunas, entonces las alcaldías podrían mejorar los esfuerzos para reducir su presencia en las calles y tratar de resguardarlos para inyectarlos”, dice el veterinario Danilo Álvarez.

Según lo observado por él, otra de las razones por las cuales el riesgo no se elimina es por la falta de vigilancia, pues puede haber perros enfermos cuya existencia no se llega a saber en los laboratorios. Allí pueden incidir las comunas, porque al detectar perros muertos, “podrían enviarlos a análisis y si se detecta en ellos la rabia, se podría tener una idea del sector donde se encontraban o la situación de los perros alrededor. Con información se puede reducir la amenaza para muchas comunidades”, agrega.

En 2020 la municipalidad de La Esperanza y una asociación privada invirtieron en la esterilización de perros callejeros para evitar su proliferación. Foto: Stereo100.

Mejorar la calidad agrícola

El Instituto Nacional de Estadística determinó cómo para 2020 el 67.5 % del territorio nacional tenía usos agrícolas. Cuando los municipios tienen como motor económico los cultivos, este sector debería determinar varias decisiones a nivel local, asegura el director del Centro de Estudios Agrícolas y Alimentarios, Rolando Cifuentes.

“Un insumo básico para tener cosecha es el agua, pero las municipalidades casi no invierten en tratamiento o sistemas de devolución al acuífero. Eso es lo que realmente mueve los ingresos para mucha gente, porque cuando falta, no tiene cómo producir”, agrega. También recomienda investigar para implementar nuevos cultivos, como el frijol Tepari, el cual resiste a la falta de líquido por más tiempo.

Cifuentes ve necesario fortalecer las plantaciones en los municipios donde, por las condiciones territoriales, hay susceptibilidad ante tormentas. Esto, a su criterio, puede realizarse a través de destinar recursos municipales a fortalecer los conocimientos de los agricultores para generar nuevas variedades de cultivos.

Tomar en serio la ciencia ciudadana

Una de las razones por las cuales no se atienden las necesidades de los pobladores, dice el investigador Ramón Zamora, es porque no son visibles ni se detectan. Para esto podría utilizarse ciencia ciudadana, con la cual se involucra a los vecinos en aportar información para localizar problemas y tomar decisiones sobre ellos.

“Podrían enviarse chips por los inodoros de las casas para detectar dónde terminan las aguas negras y grises, y así hacer sistemas de tratamiento más eficientes. También hacerse mapeos de personas enfermas para saber dónde edificar instalaciones de salud”, agrega.

Cita experiencias de otros países, como Estados Unidos, donde se creó una aplicación para que los ciudadanos puedan reportar un problema en la calle como basura acumulada en una esquina, por ejemplo. Si ellos la recogían y tomaban foto del resultado, acumulaban puntos para recompensas.

Otra experiencia de participación ocurrió en España, donde se creó una plataforma para que los vecinos propusieran políticas públicas para atender necesidades en sus comunidades. Si estas tenían suficientes votos, el Gobierno tenía obligación de discutirlas.

España lanzó una aplicación para que los vecinos participaran a través de indicar si encontraban personas sin hogar. De ese modo, era más fácil para el Gobierno y una fundación localizarla y llevarla a un albergue. Foto: Fundación Arrels.

Los especialistas coinciden en la necesidad de los ciudadanos de involucrarse en los procesos de toma de decisión de sus alcaldes para procurar la calidad del gasto. Con esto, pueden lograrse mejores proyectos de gobierno local y mayor eficiencia en la planificación anual.

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Mirja Valdes