Esta busca dar una alternativa a quienes viven cerca de zonas peligrosas por desastres naturales. Lalcaldía espera poner sus planes en marcha a pocos meses de terminar la administración.
Por Carmen Valle
La Empresa Municipal de la Vivienda (Emuvi) de Santa Catarina Pinula, Guatemala, tiene el objetivo de ofrecer nuevos apartamentos o casas para que puedan mudarse quienes viven en las zonas de riesgo en la ciudad. Con ella busca evitar desastres similares al derrumbe de El Cambray II y la comuna pretende echar a andar esta iniciativa a más tardar en agosto de 2023.
El fin de la empresa es habilitar terrenos seguros para construir viviendas a personas que actualmente residen en lugares peligrosos. Es un proyecto en ciernes desde 2020 desde donde se planea otorgar terrenos municipales a una empresa encargada del desarrollo habitacional y venta de las propiedades a los vecinos a un precio favorable.
Cada vivienda costaría en promedio Q120 mil al contado, aunque también se contemplan opciones de crédito de hasta 240 cuotas (20 años) de Q1 mil mensuales, y esta relación será únicamente entre el vecino y la constructora. Para acceder a estos inmuebles, quienes viven en zonas riesgosas no solo deben aceptar mudarse, sino también entregar sus casas actuales. El plan es derrumbarlas y convertir esas áreas en parques para evitar construcciones inseguras.
Aunque aún no se hayan hecho convocatorias formales, la municipalidad asegura haberse acercado a los pobladores de estos sectores en 2020 para sondear su opinión sobre la iniciativa. Se realizó a través de talleres donde estos mostraron estar conformes.
“En estos dos años la Emuvi ha avanzado en localizar las tierras, evaluar las áreas de riesgo y también el orden en el cual se requiere mover a los habitantes según el riesgo de sus zonas”, sostiene el jefe edil, Sebastián Siero. Está en proceso la enajenación de los terrenos y entre los criterios a evaluar en las propuestas de las desarrolladoras interesadas se encuentra el precio de venta de las propiedades a los vecinos.
“Después de eso, ya solo sería terminar todo el papeleo y arrancamos. La empresa electa también debe garantizarnos que al acabar, reintegrará a la municipalidad el valor del terreno brindado más una utilidad”, añade Siero. Así, se espera la autosostenibilidad en la Emuvi y la comuna dejará de sostener el proyecto.
En los últimos dos años no hubo compra de tierras porque se usarán propiedades adquiridas por administraciones anteriores. Sin embargo, sí se le ha designado presupuesto y hasta marzo de 2023 la alcaldía lleva gastados Q6 millones 674 mil 782, registra el portal de gobiernos locales.
Estos Q6.6 millones se utilizaron en funcionamiento, inversión, maquinaria, mobiliario, impuestos, trámites y dietas. Las últimas se pagan a los miembros de la junta directiva, la cual cambia cada seis meses y donde participan integrantes del concejo, vecinos, afectados por desastres naturales anteriores, entre otras personas para tomar decisiones sobre el proyecto. En este rubro hubo un egreso de Q4 millones 85 mil.
A decir de Siero, si no se reelige no habrá problemas de continuidad para la Emuvi, pues el compromiso con los vecinos lo contrae la municipalidad como institución y no el jefe edil. Aunque los planes están dispuestos para ejecutarse a partir de agosto, si hubieran retrasos que imposibilitaran su puesta en marcha en los últimos meses del año, se contemplará cerrar la empresa.