Hace cuatro años el presidente de México sorprendió al anunciar la exportación de su principal programa de asistencia social, una fórmula para reducir la migración y la pobreza en los países de Centroamérica y el Caribe. Una historia de Guatemala, El Salvador y Honduras coordinada por Connectas.
Sembrando Vida nació en México con su llegada al poder y se ha convertido en una ficha clave de su política para el desarrollo social. La ejecución local de este programa ha recibido críticas por la expulsión de beneficiarios de manera discrecional, la opacidad en la gestión de los ahorros de los agricultores y el retraso en las investigaciones que denuncian su mal manejo. Pero aún así López Obrador quiso expandir su propuesta a sus vecinos.
Esta alianza periodística de Expansión en México, Revista Factum en El Salvador, Ojoconmipisto en Guatemala y Criterio en Honduras, liderada por CONNECTAS, revela que las ambiciosas metas presentadas por el Gobierno mexicano aún están lejos de alcanzarse. Luego de revisar el estado de los avances en los países beneficiados y contrastar con los indicadores objetivo, hay inconsistencias que permiten poner en duda la efectividad del programa.