Se construyó hace cinco años a un costo de Q930 mil para ofrecer un techo a quien lo necesitara en la época de más frío. Además de distante, las entidades a cargo no acuerdan quién lo atenderá.
Por Shirlie Rodríguez
El jueves 27 de enero por la noche, un hombre originario de la costa sur solicitó apoyo a la estación de Bomberos Voluntarios de Quetzaltenango para tener dónde pasar la noche. Los rescatistas intentaron llevarlo a los albergues habilitados, pero no lo recibieron.
La gerencia municipal de Quetzaltenango y entidades de socorro, inauguraron el 8 de diciembre el albergue sin funcionar desde que se construyó hace cinco años. El edificio se puede ver sobre la autopista Los Altos, a un costado de la sede de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred).
Cuenta con un espacio para hombres, mujeres, baños, cocina y comedor hasta para 40 personas. Lo equiparon con colchonetas, frazadas e insumos de higiene.
Sin embargo, las entidades a cargo para definir quién atendrá la seguridad, la cocina y la distribución de las personas, aún no deciden.
Entre la Secretaría de Obras Sociales de la Esposa del Presidente (SOSEP), la municipalidad, el ministerio de Desarrollo, Conred y Gobernación departamental debían coordinarse, dice, Amílcar Rivas, gerente municipal. Entre todos debían definir el personal a cargo para abrir y cerrar el portón, recibir ambulancias y agentes de seguridad. Pero eso no sucedió.
“Se retomó la alianza con Remar para tener disponibles los dos albergues que ellos tienen y así llevar a las personas que necesitan el resguardo durante esta temporada, que abarca desde noviembre hasta marzo”, explica Sandino Monzón, delegado regional de la Conred.
Por estos días, el albergue municipal lo emplean agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) que atendieron el Estado de sitio en Sololá.
El vocero de los socorristas, Adoni Cifuentes, dice que ni SOSEP o Gestión de Riesgos buscaron otras opciones para personas en busca de un lugar para pasar la noche. “No podemos ofrecer asistencia cuando encontramos gente en la calle porque no tenemos a dónde llevarlos y tampoco podemos recibirlos en nuestras unidades”, dice.
A la persona de la costa sur, dos familias quetzaltecas apoyaron con el hospedaje por una noche. No todos tienen esa suerte.
Un albergue lejano
Jonás es un vendedor de 20 años que desde Sololá llega a comerciar flores en la zona 3 de Quetzaltenango. Algunas ocasiones debe quedarse, pero no reúne el dinero necesario para pagar una habitación de hotel, por eso, en ocasiones, ha buscado albergues o apoyo a los bomberos.
–¿Cómo le quedaría ir al albergue cerca de la Conred?
–Hay pocos buses para allá, me queda lejos de donde trabajo. No podría ir.
En efecto, el acceso a este lugar es complicado, por lo tanto, se retomó el uso de los espacios que ofrece Remar y así las personas tengan un lugar donde pasar la noche, dijo Rony Álvarez, a cargo de Gestión de Riesgos de la municipalidad. Esta oficina es parte del Centro de Operaciones de Emergencia (COE).
El edificio quedó para uso de las entidades que lo requieran como la PNC que actualmente se encargan de abrir y cerrar el lugar. “Si existe otra emergencia podrían utilizarlo, pero para ofrecer un techo en la temporada de frío no es funcional”, indicó.
Hace cinco años
Al final de la administración del exalcalde, Jorge Barrientos, se adjudicó el proyecto “Construcción Edificio Albergue Permanente Conred, Quetzaltenango” a Comprosegua por Q930 mil (NOG 4296613). Los trabajos empezaron en 2016, a inicios de la gestión del exalcalde, Luis Grijalva.
Al entregar la obra quedó en un impase, no podían utilizarlo porque estaba construido en un terreno sin servicios básicos. El entramado legal concluyó hasta 2021 y fue cuando se habilitó.