Direcciones Municipales de la Mujer: las comunas las tienen, pero no saben qué hacer con ellas

08 marzo 2021

Su objetivo es promover el desarrollo de las vecinas, pero no todas cuentan con el acompañamiento técnico para cumplir con ello.

Vecina de Villa Canales asiste a los cursos ofrecidos por la Dirección Municipal de la Mujer. Foto: Secretaría Presidencial de la Mujer.

Por Carmen Maldonado Valle

Las Direcciones Municipales de la Mujer (DMM) surgieron con el decreto 022-2010 para “fomentar el liderazgo comunitario (de ellas), su participación económica, social y política” desde las comunas. Sin embargo, no todas lo cumplen.

En 2010 se hablaba de oficinas municipales de la mujer. Seis años más tarde comenzaron a ser direcciones para que todas las alcaldías contaran con una. Como detalla el decreto 39-2016, su función sería propiciar el desarrollo integral de las mujeres, prevenir la discriminación en su contra, coordinar con las instituciones del gobierno central las acciones y políticas públicas relacionadas con los derechos de las mujeres. Y eso es todo, no hay más especificaciones.

Estas entidades deben planificar sus actividades y presentar su presupuesto para ser incluidas en el Plan Operativo Anual. El concejo municipal aprueba el desembolso o lo modifica acorde a las capacidades financieras de la comuna. Si las DMM no lo presentan, no les asignan fondos.

Linsleyd Tillit, subdirectora de la Asociación de Mujeres Alas de Mariposa, ha trabajado al lado de las DMM para elaborar proyectos de empoderamiento femenino. A su criterio, estas “no tienen asesoría para planificar sus actividades o presupuestar. Es una limitante, porque sin dinero no hay programas, y sin estos no hay avances”.

Agrega que las actividades organizadas no siempre fomentan el desarrollo femenino. “Las DMM planean las celebraciones del día de la madre o las elecciones de reinas de belleza, y no hay quién las oriente para conducir de otro modo su agenda”.

La Dirección Municipal de la Mujer de San Pedro Sacatepéquez, San Marcos, publica en sus redes sociales las actividades que realiza en favor de las mujeres, como cursos de repostería o corte y confección. Al preguntar a la titular de la entidad, Crisly del Rosario, si llevaban a cabo actividades para evitar la discriminación de las mujeres o fomentar su liderazgo, como indica el decreto 022-2010, dijo que averiguaría sobre ello y escribiría a Ojoconmipisto al tener una respuesta. Al cierre de esta nota, eso no sucedió.

Por otro lado, su homóloga en Olopa, Chiquimula, Vanessa Godoy, afirmó que los eventos organizados por la DMM durante 2020 fueron enseñar a las señoras a bordar en tela y a preparar lentejas. “No hemos planeado nada para prevenir la discriminación de género, pero para el día de la mujer queremos entregarles trifoliares con frases motivacionales”.

Al cuestionarla sobre el presupuesto solicitado para 2021, aseguró que es menor al que teníamos en 2020, pero no recuerdava el monto. Agregó que no cuentan con consultores externos para definir el rumbo de sus acciones.

La Secretaría Presidencial de la Mujer (SEPREM) es la encargada de coordinar políticas públicas para promover el progreso de las mujeres y asesora a las instituciones que comparten estos fines. “Nosotros capacitamos a delegadas de las DMM para implementar planes a favor del desarrollo femenino, pero no podemos ayudarlas a organizar sus presupuestos ni los eventos específicos a realizar porque las municipalidades son autónomas y deben hacerse cargo de ello”, explica el vocero, Luis Villatoro.

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Para Karin Slowing, exsecretaria de planificación y programación de la presidencia (Segeplan), aunque no exista una entidad específica que deba orientar los planes de las DMM, lo recomendable es llevar a cabo proyectos que abarquen varios ejes: “como salud, economía y alfabetización”. En su experiencia, “las acciones aisladas no producen resultados duraderos”.

Pocas, pero también hay buenas experiencias

Existen casos exitosos como el de la DMM de la Ciudad de Guatemala. Esta se apoya en las alcaldías auxiliares para organizar cursos de emprendimiento para mujeres, planes educativos, jornadas de salud mental y física, y promoción del deporte. Tal y como indican sus informes, su presupuesto anual es de Q7.6 millones.

La entidad atiende a las 22 zonas de la ciudad a través de sistemas de alfabetización, jornadas de detección temprana de cáncer cervicouterino, talleres de formación ciudadana, clases de bisutería, entre otras tareas.

En 2007, la SEPREM elaboró la política nacional de promoción y desarrollo integral de las mujeres, donde se establecen diez ejes para garantizar que las acciones de las instituciones enfocadas en la mujer promuevan mejorías en varios ámbitos. Para Slowing “es completa y es una buena referencia de las esferas que se debe atender para lograr cambios significativos”.

Según esta política, la razón para abarcar distintos aspectos es “incorporar principios de equidad de género en las instituciones estatales, además de incrementar la participación sociopolítica de las mujeres y disminuir las brechas existentes entre grupos étnicos”.

Éricka Pelén, encargada de la DMM de Villa Canales, Guatemala, sostiene que estos ejes se atienden desde su municipio porque cada comunidad eligió a una representante. “Tenemos reuniones mensuales con ellas donde nos exponen las necesidades de donde viven y así logramos enfocarnos en todas las áreas”.

En Villa Canales existe un programa de atención a las víctimas de violencia y discriminación, a quienes también se presta atención psicológica. Está dirigido, sobre todo, a mujeres, pero también ha atendido a hombres. También ofrece una escuela para padres: los juzgados envían a las parejas en litigio por la custodia de sus hijos para que asistan a charlas donde se les orienta para hacer este proceso más llevadero.

También cuentan con una división a cargo de dar formación en emprendimiento, mercadeo, finanzas y cursos técnicos para las mujeres que buscan incrementar los ingresos de sus hogares a través de pequeñas y medianas empresas. Al 2 de marzo de 2021, la DMM registraba 11 casos exitosos de empresarias que se formaron en los cursos municipales.

Las DMM, como indica el decreto 39-2016, también deben capacitar a las mujeres sobre sus derechos. Sin embargo, añade Karin Slowing, “el cumplimiento de esta y todas sus demás tareas dependerá de que conozcan a profundidad a sus comunidades y hagan una planificación adecuada, no para las mujeres en general, sino para las necesidades de las ciudadanas en cada municipio”.

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