Según la Autoridad para el Manejo Sustentable de la Cuenca y del Lago de Amatitlán (Amsa), está por rebasar sus límites, la basura llegaría a la carretera Panamericana.
Por Julio Sicán
Más de 30 municipalidades deberán buscar otras opciones para llevar sus desechos, ante el cierre técnico del vertedero del kilómetro 22, ruta al Pacífico, administrado por la Autoridad para el Manejo Sustentable de la Cuenca y del Lago de Amatitlán (Amsa).
César Macella, asesor de la misma, explicó que se trata del segundo vertedero más grande del país, cuya capacidad se verá rebasada hasta alcanzar la carretera. Todos los días llegan 220 camiones con 1 mil 200 toneladas de basura de municipios alrededor de la cuenca del lago, y nueve de Sacatepéquez.
“El espacio disponible es de siete hectáreas, pero ya llegó a su tiempo útil “, dijo.
Admitió que no se hicieron las previsiones, cálculos y diseños correspondientes para manejar de forma adecuada los residuos sólidos, por lo que informaron a los alcaldes involucrados. Tienen entre uno y dos años para planificar, diseñar y desarrollar alternativas como plantas de segregación y rellenos sanitarios para sus desechos.
De lo contrario, será para sus municipios “una bomba de tiempo” que tendrá un impacto negativo en sus habitantes, añadió.
Buen manejo
Omar Orellana, director ejecutivo de Amsa, recordó que este relleno tiene más de 20 años a iniciativa de la municipalidad de Villa Nueva, y luego se sumaron las 14 comunas que integran la cuenca del lago de Amatitlán. Pero ahora más de 30 depositan sus residuos.
Según el Código Municipal (artículo 68), cada comuna debe hacerse cargo de sus desechos, lo que Amsa ha hecho a fin de evitar contaminación en el lago.
Por el manejo de la basura, Villa Nueva invierte desde hace cuatro años Q8 millones anuales en maquinaria, mientras que el ingreso por camión es de Q60, un promedio de Q3 millones anuales. Con estas cifras tiene un déficit de Q5 millones.
Miguel Ovalle, presidente de la Asociación Nacional de Municipalidades (Anam), se comprometió a apoyar a las municipalidades para que resuelvan este problema de forma individual o mancomunada, y ver la problemática como una oportunidad de trabajar en conjunto.