En Guastatoya, El Progreso, el alcalde afirma que ha distribuido alrededor de 50 mil cubrebocas. Epidemiólogos sugieren donarlas a centros de atención de salud.
Por José Pablo del Águila
Alcaldes de cuatro municipios le apuestan a la distribución de mascarillas para sus vecinos y su personal a fin de prevenir el contagio del COVID-19 o coronavirus. Sin embargo, esta no es una medida efectiva, afirman salubristas.
Se trata de San Jerónimo, Baja Verapaz; Sansare, El Progreso; Ipala, Chiquimula y Guastatoya, El Progreso.
Nancy Sandoval, infectóloga y presidenta de la Asociación Guatemalteca de Enfermedades Infecciosas, recomienda que mejor las entregue a centros de atención del ministerio de Salud y a personal salubrista. Ellos son quienes las necesitan.
San Jerónimo y Sansare lanzaron concursos en Guatecompras para adquirir cubrebocas. La primera quiere comprar 500 mascarillas N95 y la segunda 10,080 mascarillas “anticontaminantes”.
Ipala compró por excepción 1 mil 380 mascarillas 3m para repartir a personal de la municipalidad, por Q69 mil. El proveedor adjudicado fue el Hospital Centro Médico Santa Ariadna, Sociedad Anónima que también vende al IGSS.
En Guastatoya, el alcalde Jorge Orellana Pinto aseguró que ya repartió 50 mil mascarillas de distintas marcas que fueron donadas por organizaciones no gubernamentales con las que tiene alianzas. Entre estas mencionó a Amigos por la Salud y la Vida y Orden de Malta.
Amigos por la Salud y la Vida financió la campaña por la presidencia de la Anam de Orellana Pinto y de Miguel Ovalle, alcalde de Salcajá y final ganador de la contienda, con donación de medicamentos. Según una nota de elPeriódico, de por medio está la promoción de una ley que exoneraría de impuestos a la ONG.
El jefe edil de Guastatoya comentó que también la donó a hospitales, centros de salud, mercados y empresas. Además, con un grupo de voluntarios fabrica cubrebocas de tela y les colocan una toallita sanitaria en el centro.
Medida poco efectiva
Sandoval, la infectóloga, explicó que las mascarillas únicamente las deben usar trabajadores de salud que tratarán a pacientes sospechosos de COVID-19 y a personas con algún tipo de “síntoma respiratorio” para evitar contagiar al resto.
Su recomendación para la población es el aislamiento y la higiene constante de manos.
Roger Gil, epidemiólogo del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), comentó que basta con guardar dos metros de distancia con las personas. “La mascarilla no es para personas que andan en la calle. Si usted está en ambientes libres como parques, calles y no está cerca de una persona que tiene infección respiratoria no le va a pasar nada”.
Agregó que ha proliferado la venta de mascarillas, pero se desconoce la procedencia y la manipulación que se le han dado. Enfatizó que lo más adecuado es respetar la cuarentena y no comprar insumos que son para uso exclusivo del personal médico.
Se intentó contactar por medio de comunicación social con funcionarios del ministerio de Salud, pero no hubo respuesta al cierre de esta nota.
Nota de redacción: El concurso de San Jerónimo fue anulado la tarde del 23 de marzo por la falta de ofertas, afirma la municipalidad. El de Sansare fue declarado desierto por la misma razón.
-
También puedes leer: En San Juan Sacatepéquez dos de cada diez hogares compran agua por tonel