Es el saldo de esta actividad de independencia organizada por Cervecería Centroamericana con aval de la municipalidad. Uno de los hospitalizados se encuentra grave.
Por Mirna Alvarado
Las banderas de Guatemala y Quetzaltenango amanecieron a media asta en el parque central de la cabecera de ese departamento, después de conocerse el saldo de un concierto la noche anterior: nueve personas muertas y seis heridas que requirieron atención hospitalaria.
Esta tragedia ocurrió cuando los asistentes al «Festival de Independencia Gallo 2022» intentaban salir por una de las cuatro puertas. Solo dos estaban habilitadas. Según estimaciones de Hugo Urízar, exdirector de Prevención de Riesgos de la municipalidad, en el campo había más de 30 mil personas.
Pasaba de la media noche del 14 de septiembre cuando finalizó la participación del grupo Bohemia Suburbana. Los vasos de cerveza, como en años anteriores a la pandemia, se vendían por Q1 y nueve de cada diez sostenía la bebida en la mano, indicaron asistentes.
Un DJ cerraba el espectáculo en el escenario cuando los asistentes empezaron a dejar el lugar por las únicas dos salidas. Las otras puertas estaban bloqueadas por furgones y toldos de ventas.
Alcohol, trifulcas y empujones
“Había pánico, todos querían salir al mismo tiempo y solo había una salida donde estábamos. Nosotros nos quedamos a un lado hasta que todo pasó y empezamos a ver a la gente tirada. Un señor de las ventas nos ayudó a sacar a una joven que fue llevada por los bomberos, intentamos auxiliar a otra, pero ya estaba muerta”, dijo una testigo que prefirió reservar su nombre.
De acuerdo con socorristas de Cruz Roja Guatemalteca, 20 personas resultaron heridas, algunas fueron llevadas a centros privados y otras seis al Hospital Regional de Occidente.
Previo a iniciar las fiestas patrias, vecinos del lugar se manifestaron en contra del uso de ese campo para actividades de esa magnitud, pero las autoridades municipales los ignoraron.
El hecho ocurrió al final del festival cuando una estampida humana intentaba salir, como lo muestran fotografías y videos que se hicieron virales en redes sociales.
La actividad fue calificada como una fiesta excesiva llena de alcohol, trifulcas y empujones. “La cerveza costaba un quetzal”, dijo una de las asistentes.
A decir de los paramédicos, el festival atrajo la atención de vecinos de otros municipios y departamentos, pues se constató que contrataron transporte para movilizarse.
Amílcar Rivas, gerente de la municipalidad de Quetzaltenango, dijo que los organizadores cumplieron con los trámites requeridos para la autorización del concierto. “Presentaron las regulaciones que establece la Norma para la Reducción de Desastres NRD-4. Lo que aquí sucedió ya escapa de sus manos y de cualquier autoridad”, refirió.
El único gesto hacia las víctimas fue las banderas a media asta, pues el alcalde no suspendió la actividades programadas para este 15 de septiembre.
En su discurso, el jefe edil Juan Fernando López, previo a la salida del desfile de nivel medio, dijo: “Nunca había ocurrido una tragedia como la de hoy, rogamos a Dios que les dé mucha resignación (a las familias) y tenga en su gloria a quienes perecieron. El 15 de septiembre es libertad, 201 años se conmemora, realmente debemos agradecer a todas esas personas que hicieron que todos fuéramos libres”.
Pudo evitarse
El Ministerio Público confirmó que en el lugar solo se contaba con dos salidas principales, no había vías ni señales de evacuación. A ese respecto, Gustavo Lang, exdelegado departamental de Conred refiere que la tragedia pudo evitarse si realmente se hubiera cumplida con la norma establecida para la reducción de desastres, la NRD-4.
“En las fotografías que circulan (en redes sociales) se aprecia que las salidas del recinto no tienen fluidez adecuada. En una se ve que hay ventas de tacos, chéveres y otros toldos pequeños que ralentizaban el flujo de evacuación. En las otras dos salidas se aprecian trailers y vehículos que estorbaron la retirada. Y nadie, ni los organizadores ni las autoridades velaron por mantener libres esas salidas y en las otras se formaron embudos”, explica Lang.
En 2015, se emitió el acuerdo gubernativo 04-2015 que dio vida a la norma NRD número 4, la cual regula la realización de eventos “Socio-Organizativos”; conciertos y ferias, entre otros, a fin de salvaguardar la integridad física de quienes asistan. Se creó tras la muerte de dos primos que cayeron del vagón de un juego mecánico, en octubre 2013. Ni la municipalidad de Quetzaltenango ni los propietarios de los juegos se hicieron cargo entonces.
Ahora, con la NRD4 la responsabilidad recae en los organizadores y en quienes autorizaron el evento. En este caso, el Código Municipal determina en el artículo 53 que el alcalde es el responsable de hacer cumplir las ordenanzas, reglamentos y normas de regulación.
El trámite se realiza ante la municipalidad e incluye la presentación de una póliza de responsabilidad civil, una declaración jurada en donde hacen constar que cumplen con los requisitos de seguridad y un protocolo o plan de respuesta por evento.
“En ese caso, la municipalidad debió revisar el protocolo y, lo más importante, revisar que cumpliera en campo con los requisitos durante el concierto, cosa que al parecer no sucedió”, comenta el exdelegado de la Conred.
Los fallecidos
- Vilma Ana Dalila Sánchez Figueroa, 40 años, del municipio de Malacatán, San Marcos.
- Ashly Estefan, 12 años, del municipio Malacatán, San Marcos.
- Pedro Ramírez Saquic, 13 años, cantón Chichiguitan zona 5 Quetzaltenango.
- Gilmer Sebastián Morales Molina, 20 años, de San Juan Ostuncalco, Quetzaltenango.
- Matilde Saquic Renoj, 37 años, Canton Chchiguitan zona 5 Quetzaltenango.
- Cesar Uliberio González Escobar, 24 años, Tierra Colorada, municipio de San Felipe, Retalhuleu.
Las otras tres personas aún no han sido identificadas. Fuente Ministerio Público.
Más sobre este hecho: La municipalidad de Quetzaltenango intenta desligarse de tragedia del concierto
