La alcaldía invirtió en saneamiento y ahora enseña a las mujeres sobre producción de vegetales y huevos para generar fondos y así mejorar su alimentación y la de sus hijos.
Por Carmen Maldonado Valle
En 2015 se realizó el último censo nacional de talla, donde se catalogó a Comitancillo, San Marcos, con vulnerabilidad muy alta ante la malnutrición. Siete de cada diez niños en ese entonces la padecían. Este año, la mitad de los menores evaluados tiene este diagnóstico.
En 2018, según el censo poblacional, seis de cada diez hogares en el lugar accedían al agua a través de tuberías. Dos años más tarde, la comuna llevó a cabo dos proyectos para aumentar el alcance de este recurso.
El primero fue un sistema de bombeo para la aldea Río Hondo, donde viven 1 mil 240 personas. Este costó Q509 mil 500 y se adjudicó a Guillermo Alonzo López, cuya constructora provee a las municipalidades de Quiché, Quetzaltenango, Totonicapán, San Marcos y Huehuetenango desde 2010.
El segundo fue un sistema de distribución de agua por gravedad, una inversión de Q5 millones 398 mil 300. La empresa a cargo fue Servicios Múltiples en Construcción, representada por Jener Isaias Orozco González.
“Se hizo no solo por higiene sino porque vimos cómo la desnutrición nos puede pasar factura en el futuro. Serían niños que no se desarrollarían ni aprenderían y con ello habría menos fuerza productiva”, sostiene Héctor López Ramírez, el alcalde. Así, añade, concluyeron que no ayudarían las donaciones de víveres porque sin saneamiento las personas seguirían enfermas y no retendrían los nutrientes.
La comuna coordinó con las mujeres la siembra de tomates en casa. De acuerdo con la municipalidad, les entregaron semillas y les enseñaron a cultivarlas. En la cosecha, los frutos se vendieron a las escuelas del municipio, las cuales entregan bolsas con víveres a las familias de los alumnos.
También puedes leer esta nota: Santa Catarina Mita vende cartones de huevos a sus vecinos
“Ahora tenemos la segunda parte de esa iniciativa. Como vimos el aumento en los ingresos de las madres a través de vender tomate, les damos gallinas para producir huevos. También se hizo el trato para tener como compradoras a las escuelas”, explica López.
Como aparece en Guatecompras, estas costaron Q58 mil 500 y las proveyó Leonardo Alfredo Joachín Orozco. Se compraron 600 aves y 50 quintales de concentrado. “Tenemos la asesoría de un agrónomo para enseñarles a alimentarlas y obtener los huevos. Son Babcock (la raza) porque se adaptan rápido a la crianza casera”, concluye el alcalde.
Para Jorge Pernillo, coordinador de la escuela de nutrición de la Universidad Panamericana, los resultados significativos se logran a través de invertir en saneamiento, generar empleo y fomentar la sostenibilidad económica en las familias.
También se debe invertir en servicios de salud, dice: “Muchas veces las municipalidades olvidan su responsabilidad en esto y se lo dejan al ministerio (de Salud), cuando en realidad deberían contratar a enfermeros de forma tan frecuente como reclutan a maestros”.
Si no hay inversión en hospitales es difícil reducir la desnutrición porque los niños no tendrán quién los atienda en caso de enfermarse. “La energía obtenida a través de los alimentos no los hará crecer ni desarrollarse, sino se gastará en el esfuerzo del cuerpo por curarse y sobrevivir”, añade.
A la fecha, el ministerio de Salud registra una disminución del 1.5 por ciento en estos indicadores en Comitancillo, lo cual equivale a 350 niños menos con este diagnóstico.
Entre el 1 de enero y el 12 de agosto, Guatecompras registró diez concursos relacionados con gallinas por parte de las municipalidades. Las demás ciudades con estas compras son Aguacatán y San Juan Ixcoy, Huehuetenango; Tejutla, San Marcos; Olintepeque, Quetzaltenango; San Francisco el Alto, Totonicapán, y la cabecera de San Marcos. En ello gastaron Q1 millón 160 mil 803.