Es la única mujer en el concejo de Mixco. En esta conversación describe cómo han sido sus primeros cien días en este rol.
Por Kristhal Figueroa
Cindy Rodríguez, 29 años, con estudios en ciencia política por la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac). El 15 de enero asumió como concejal VII de Mixco, la única mujer en esa corporación municipal. Junto al concejal VIII, Mario Roberto Castellanos Anderson, también electo por el partido político Movimiento Semilla, conforman la oposición del alcalde Neto Bran.
La concejal es mixqueña, originaria de la colonia Primero de Julio, posteriormente vecina de La Comunidad. Desde que tomó posesión, lleva una agenda de trabajo en conjunto con sus vecinos. “El Código Municipal dice que el ser concejal es un servicio a la comunidad”, señala. Además, al haber sido electa por el partido oficial, se ha dedicado a recuperar los vínculos municipales con instituciones del Organismo Ejecutivo, como la Procuraduría General de la Nación (PGN) y el Ministerio de Gobernación (Mingob).
¿Por qué ser concejal?
—Trabajé en programas comunitarios de prevención de violencia y del delito. También en temas de mujer, niñez y juventud, sobre todo, dirigidos a cómo prevenir la violencia. Después me uní a la estructura en Mixco de Semilla porque me identifico con todos sus valores, con principios como la transparencia y no tolerancia a la corrupción. Es un partido que nos abrió la puerta a muchísimos jóvenes, se refleja en que la mayoría somos jóvenes en cargos políticos.
Siempre trabajé en varios proyectos en mi comunidad. Me uní a la planilla, que conformó Semilla y asumí en la primera casilla, siempre respetando el criterio de paridad, pues el candidato alcalde era hombre.
Ahora que ya es concejal, ¿cómo ha llevado las necesidades de su comunidad?, en específico, al concejo municipal.
— La zona de donde soy es una de las pocas de Mixco que todavía cuenta con el servicio de agua potable las 24 horas, pero mi comunidad no tenía drenajes ni existía una planta de tratamiento. Hace dos años, se inició el proyecto de drenajes y ahora mi trabajo ha sido estar pendiente de que el proyecto avance, pues se realizó con fondos de consejos de desarrollo.
Parte de querer ser concejal o hacer algo por mi comunidad era eso: fui vecina de toda la vida y soy de las personas que han sufrido todas esas carencias y deficiencias que tiene el municipio. Entonces a mí me costó todos estos años velar por este proyecto.
¿Cómo encontró la situación de la Comisión de la Mujer y de la Niñez en el concejo municipal?
–Cuando llegamos las comisiones del concejo ya estaban armadas, solo podríamos integrarnos a las que nos gustaran y quedamos como vocal III, IV o V. Solicité que al ser la única mujer me dejaran presidir y ellos (el concejo) accedieron.
Hay un vacío en los temas de mujeres en el municipio. Si bien la municipalidad de Mixco tiene la Dirección Municipal de la Mujer que hace un gran trabajo, son programas de capacitación dirigidos a la independencia económica de la mujer. Son acciones muy dispersas que no son suficientes para entender la situación de las mujeres de manera integral.
No tenemos una política pública de la mujer. Fue engavetada desde 2019. En el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) (…) la parte donde dice que el municipio también debe estar diseñado para las mujeres, fue eliminado. Encuentro estos vacíos porque venimos de un periodo donde no hubo mujeres (en el concejo).
La Oficina Municipal de Protección a la Niñez y Adolescencia funciona muy bien, pero lamentablemente, no tienen los recursos que necesita para funcionar. Me encuentro con que hay serios y graves problemas relacionados con la niñez, uno de ellos es la desaparición de niñas y niños.
¿Cuántas veces se reúne el concejo a la semana? ¿Son suficientes?
–Se reúne todos los días de lunes a viernes a partir de las 17:30. Mixco es un municipio muy complejo, muy grande y así como la medida de este municipio, son los temas a tratar.
Como concejales consideramos que no tenemos una agenda realmente política dentro del municipio. Todos los días revisamos expedientes de vecinos y está bien para nosotros, pero creo que son demasiadas sesiones. No hay debate ni discusión para tratar a profundidad o de raíz problemáticas que está sufriendo el municipio, con excepción de la sesión del día martes, que es lo que conocemos como el martes de POT.
Además está el tema de las dietas. Mixco está entre los municipios que tienen las dietas más altas, lamentablemente este es un tema que no depende de nosotros porque el concejo de Mixco se conforma de 15 miembros.
¿Quién marca el ritmo de las sesiones y define la agenda?
–Es el alcalde y en caso de que él no esté, el concejal I. La agenda nos la pasan 15 minutos antes de iniciar la sesión. Lo que sí hemos logrado es que cuando hay algún dictamen o una licitación, por ejemplo, nos lo envíen de la dirección correspondiente antes.
Al abrir la reunión, el secretario lee el acta de la sesión anterior para su ratificación y aprobación. Es decir que si no estamos de acuerdo con algo, es el momento preciso para decirlo. Hay también un momento al final que se llama “puntos varios”, donde nosotros incluímos nuestra agenda, las solicitudes de vecinos y las solicitudes de información o citaciones requeridas.
¿Cómo describirías la experiencia de ser concejal de oposición en Mixco?
–Es difícil porque somos 12 votos contra dos, pero hemos intentado ser una posición que no solo va a pelear o a discutir, sino en la medida que discute o dan los temas, también nos encargamos de ser propositivos. Queremos dejarle algo al municipio y que haya un seguimiento para las situaciones de los vecinos. Las cosas están caminando, como la política pública de la mujer, los temas de niñez y de educación que mi compañero trabaja.
Nosotros nos encargamos del seguimiento entonces también eso nos ha permitido a la vez ser constructivos o propositivos.
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