Desde hace diez días se encuentra suspendido el servicio del tren de aseo, por lo que se han acumulado 1,350 toneladas de desechos.
Por María José Longo
Desde el lunes 17 octubre de este año la ciudad de Quetzaltenango dio un giro inesperado. Es conocida por los servicios que presta, el comercio y su cultura, pero ahora ha llamado la atención nacional por las montañas de basura en las calles. El tren de aseo no funciona.
El control de los residuos se perdió desde que pobladores del Valle de Palajunoj bloquearon el paso de los camiones hacia el botadero municipal. Lo hicieron porque, aseguran, están cansados de la contaminación que genera la basura acumulada en el botadero de la comuna, temen que esto afecte sus cultivos y exigen una bodega para que funcione como mercado.
El alcalde Luis Grijalva asegura que esto se trata de un chantaje por parte de los pobladores y un complot que busca desestabilizar el gobierno municipal influenciado por personas que tienen intereses particulares. “No vamos a cederles algo que le pertenece a la Municipalidad, además la bodega debe ser inspeccionada porque se sospecha que puede estar contaminada con radiactivos”.
El jefe edil sostiene que la vivienda más cercana al botadero está a tres kilómetros de distancia. por lo que la contaminación no es tan perjudicial. El jefe edil solicitó apoyo a la gobernadora Claudia Ávila para retirar a las personas por la fuerza, por lo que Grijalva dio un plazo de 48 horas para continuar con los diálogos previo a optar por otras medidas.
Basura por doquier
De acuerdo con la oficina de Servicios Ambientales de la municipalidad, la ciudad produce 150 toneladas de basura. Pero tras nueve días de estar suspendido el servicio del tren de aseo se han amontonado 1 mil 350 toneladas. Cuando los camiones recolectores trabajan con normalidad la comuna invierte al menos Q16 millones para recoger los desechos.
El Portal de Gobiernos Locales registra que la municipalidad de Quetzaltenango tiene asignado en su presupuesto de este año Q16 millones 549 mil 354.96 para el manejo de los desechos sólidos.
De esta cantidad se destinan Q13 millones 513 mil 994.96 para la Jefatura de manejo de desechos sólidos. Esta destina para el pago del personal Q4 millones 643 mil 965 y Q6 millones 667 mil 830 para pagar a la Cooperativa Xelajú que presta el servicio.
Grijalva asegura que recolectar la basura en Quetzaltenango le representa a la comuna Q14 millones anuales, y que solo entre Q7.5 millones promedio son sufragados por los ciudadanos que pagan el servicio. “Representa un déficit para la municipalidad, por eso hemos analizado aumentar el precio del servicio”.
“La mayoría de problemas en Xela son una bomba de tiempo que de un momento a otro explota. Nos tocó enfrentar todos los problemas y estamos tratando de hacerlo, pero también hay malos ciudadanos que no pagan ni la recolección de basura y la sacan a la puerta del vecino”, dijo Grijalva.
Dentro del presupuesto de la comuna está ausente el botadero municipal, para este no se destina ni un centavo. “No se tiene nada para el basurero y ese es el problema, pero estamos buscando la forma de contar con fondos para mitigar la contaminación que hay en el lugar”.
El mal olor que impera ahora en las calles de Xela se suma a la presencia de perros callejeros y roedores que son atraídos por la acumulación de basura, misma que ha aumentado en áreas urbanas y rurales. La comuna comenzó a tirar la basura en terrenos municipales de la zona 6, pero los vecinos se opusieron.
Epidemias a la vista
Médicos del área de salud se encuentran preocupados porque temen que esta situación desencadene una epidemia. “Los ciudadanos están expuestos al cólera, hepatitis fiebre tifoidea o enfermedades respiratorias, debido a que la basura está regada por todas las zonas. En los mercados consumen los alimentos cerca de los desechos e incluso hay comedores que están a un lado o enfrente de la basura acumulada” dijo Juan Nájera, director del área de salud.
Para el experto el problema se expuso ahora con la basura acumulada en las calles, pero es más agudo. “Es urgente un manejo sostenible de los desechos”.
Jorge García, presidente de la Cámara de Comercio filial Quetzaltenango, considera que el problema coloca a Xela en un estado de emergencia y vulnerable a epidemias, por lo que el problema debe tener una solución de raíz. “Nos preocupa. Creemos que la municipalidad carece de liderazgo y toma de decisiones significativas para solucionar esto. Se requiere una solución de raíz. Este gobierno municipal debe asumir su autoridad y responsabilidad para solucionarlo”.
Para los comerciantes la solución es una planta de tratamiento que podría costar Q4 millones y que prevendría que el problema se agrave.
Vecinos han expresado en redes sociales y por medio de carteles su malestar ante la falta de solución al problema de la basura. “Todos los días, en la mañana, hay tiradas botellas, latas, papeles e incluso heces fecales. Los centros nocturnos generan una gran contaminación en el Centro Histórico, pero ahora la situación se ha agravado. No se puede vivir dignamente así”, dijo Cesar Taracena, vecino de la zona 1.
Silvia Díaz, directora de Servicios Ambientales de la Municipalidad considera que este problema no sería de la misma magnitud si las personas estuvieran acostumbradas a reciclar. “No hay educación en temas ambientales. La basura puede servir como un ingreso económico, tratamos de enseñarle esto a la población con diversas actividades como foros y charlas”.
Para el tema de la educación ambiental el presupuesto anual de la comuna es de Q60 mil 320 anuales, en su mayoría se gastan en el pago al personal por contrato que son más de Q48 mil, si se toma en cuenta el aguinaldo y bono anual. El resto es para los implementos que necesita el personal y algunos gastos de oficina.
“Exigimos a la corporación municipal una solución. Sabemos que no pueden ceder ante presiones de conceder bienes municipales, pero es importante que tengan una decisión firme y una solución pronta. El problema es una repercusión del anterior concejo municipal y de otras administraciones. Pero el alcalde debe dar una solución”, expresó Tony Guzmán, representante del Colectivo Vos.
Vivir entre la basura
El basurero se encuentra ubicado en el Valle de Palajunoj que está integrado por 10 comunidades habitadas por más de 20 mil personas. En el lugar también funcionan empresas que se dedican a la extracción de materiales de construcción. Los pobladores se dedican en su mayoría al cultivo de hortalizas.
Las peticiones de los líderes comunitarios se basan en tres puntos: demandan que se les entregue en usufructo la antigua bodega de la Empresa Eléctrica Municipal de Quetzaltenango (EEMQ) para que tengan un espacio para vender sus productos, que disminuyan la contaminación del basurero porque temen que esta haya dañado el manto freático y la regulación de empresas mineras. Según los comunitarios, los camiones de estas dañan los caminos de acceso al Valle.
Los líderes comunitarios y pobladores que bloquean el paso aseguran que vivir con los malos olores que genera el botadero municipal es un problema que han soportado por 20 años. “No vamos a quitarnos porque merecemos un trato digno, ya estamos cansados de no tener un lugar donde vender nuestros productos y de que solo nos prometan”, dijo María Coyoy, vecina del botadero municipal.
Los niños comen en medio de las moscas y el mal olor. «Tenemos miedo que la basura este contaminando los terrenos que usamos para cultivar. La gente no tolera la basura en la calle, pero si tuvieran que estar a la par de esto todos los días, su opinión cambiaría”, agregó Carmen Sop, pobladora del Valle de Palajunoj. ¨
En la otra orilla
En oposición a quienes bloquean el paso al botadero municipal, un grupo de personas que trabaja en el basurero municipal con la clasificación de basura para reciclarla, aseguran que esta situación afecta la economía de sus familias.
“Queremos resolver este problema por eso pedimos que abrán el paso, la calle no tiene dueño. Somos más de 160 personas que no tenemos trabajo y no ganamos dinero durante una semana”, reclama Enrique Son. A la semana ganan alrededor de Q200 a Q300.
Ante el aumento de malos olores en el Mercado Terminal Minerva los comerciantes tiraron cal alrededor del mismo y de la basura. Por otro lado el director del área de salud recomendó colocar la basura en doble o triple bolsa, hacer nudos fuertes y rociarle cloro a las bolsas. Y la oficina de servicios ambientales, por su parte clasificar la basura para poder llevar el cartón y plástico a plantas recicladoras de Quetzaltenango o reutilizar.
El domingo pasado se unieron más de 80 voluntarios del Colectivo Vos para limpiar las calles de Xela. Se recolectaron dos camiones de basura.
El alcalde Luis Grijalva, que participó con Encuentro por Guatemala, asumió el cargo el pasado 15 de enero. Sustituyó a Jorge Mito Barrientos, que estuvo al frente de la comuna durante 2004-2016.
Inversión en limpieza de las calles
- La municipalidad de Quetzaltenango otorgó la limpieza de las calles en las zonas 1, 2 y 3 del proyecto Xela Limpia a Coinser.
- La adjudicación del proyecto se dio en septiembre de este año, NOG 5042070, por Q3 millones 051 mil 874.
- El contrato es por 17 meses. La empresa deberá presentar la planificación anual con la cual se continuara el proyecto el próximo año.
- Cinco oferentes participaron en este concurso. Se optó por la segunda más económica.
- Coinser ha sido proveedor del Estado desde 2009 y ha facturado Q94.5 millones. En 2016 ha sido contratado por municipalidades de El Progreso, Quetzaltenango y Zacapa.Fuente: Guatecompras
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Esta nota es producto del Diplomado «Periodismo, Fiscalización y Transparencia» que imparte el International Republican Institute (IRI), bajo la coordinación de Laboratorio de Medios, S.A. a periodistas de diversos departamentos de Guatemala. (La asistencia financiera y técnica que el IRI otorga para esta actividad es provista por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y es posible gracias al apoyo del pueblo estadounidense).