El futuro de los trabajos en la carretera es incierto mientras se realizan otros estudios. Mientras tanto, la municipalidad y Comunicaciones aún se señalan sobre quién debe velar por la obra.
Por Carmen Maldonado Valle
Pasó casi una semana desde el socavón en el kilómetro 15 de la carretera al Pacífico. Al principio era un agujero, después la sospecha de la municipalidad de Villa Nueva era el colapso de un colector, luego se contempló la existencia de una falla geológica en el lugar y por último se confirmaron ambas hipótesis: la segunda causó la primera.
El 16 de junio el ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV) y la comuna ofrecieron una conferencia de prensa donde planteaban la línea a seguir. Harían trabajos paliativos para reanudar el paso por todos los carriles mientras se pedían fondos al Congreso con los cuales la cartera pudiera hacer después una reparación definitiva (para la que aún no se sabía cuánto dinero y tiempo eran necesarios).
Estos planes aún están sujetos a cambios y mientras se encuentra una solución, Ojoconmipisto consultó a especialistas el a, b, c para comprender el desastre.
Para empezar, ¿qué es un colector?
Google muestra que en los últimos siete días la palabra “colector” se usó en al menos 50 sitios web donde se mencionó el hundimiento de Villa Nueva. Esta estructura es un tubo donde se recoge agua residual, de lluvia o tratada, y se conduce hacia otro punto, explica Enrique Batres, ingeniero civil y especialista en abastecimiento de agua.
De acuerdo con él, no solo estas tuberías sino todo sistema sin importar su función deben tener mantenimiento constante para evitar desastres, porque así se pueden detectar desperfectos antes de tener problemas más grandes. Con Batres coincide Julio Galicia, también ingeniero civil, presidente de la Asociación de Ingenieros Jubilados y exdirector de Caminos.
“Incluso con una falla geológica como causa de fondo, estos socavones no pasan de un día a otro. Llega un punto donde se hacen visibles, pero los cambios previos en la infraestructura se pueden detectar antes en las supervisiones de rutina”, sostiene Galicia.
Aunque no todos los problemas en las vías son evitables, sí se puede reducir su magnitud a través de revisiones periódicas.
¿A qué se refieren con “dar mantenimiento”?
A decir de ambos ingenieros, se trata de inspeccionar las tuberías durante la época seca, limpiarlas, verificar si tienen rupturas o si requieren cualquier reparación antes de empezar el invierno. También se refiere a despejar tragantes, no solo en cuanto a desechos arrojados en ellos, sino también ramas u hojas acumuladas.
Galicia resalta la necesidad de ocuparse de los problemas alrededor como otra forma de dar mantenimiento. Un modo es enseñar a la población a no enviar basura o contaminantes a través de los tragantes y velar por que se cumpla. También evitar la deforestación porque al no tener suficientes árboles alrededor, a los ríos pueden caer objetos que luego se arrastran hasta el entubado.
En 2016 se actualizó por última vez la medición de cobertura de bosques en Guatemala. De 2010 hasta entonces se perdieron 18 mil 350 hectáreas de árboles, registra el Sistema de Información Forestal de Guatemala (SIFGUA). Como decir Villa Nueva, San Miguel Petapa y un poco más.
¿Quién es responsable de revisar los colectores con periodicidad?
Por tratarse de una carretera centroamericana y no una vía interna, Galicia atribuye la obligación al CIV y de hecho la Dirección General de Caminos señala entre sus atribuciones la rehabilitación y el mantenimiento de carreteras. Además, durante la conferencia de prensa del 16 de junio, el titular de la cartera y el jefe edil de Villa Nueva coincidieron en la no obligación de la municipalidad en cuanto a este colector.
Sin embargo, el portavoz de la Unidad de Conservación Vial (COVIAL), Luisiño Sánchez, insiste en que no es atribución del ministerio, pero “nos vamos a hacer cargo solo porque sin eso no podemos reparar la carretera, lo cual sí es nuestra obligación. La red de entubado está por completo a cargo de las alcaldías”. Se ampara en el artículo 142 del código municipal, donde se delega esta tarea a las comunas, pero no se especifica dónde deben estar esas tuberías.
¿Quién debería tener los planos de las tuberías, independientemente de dónde estén?
Los planos del entubado bajo las carreteras deberían estar en los archivos del CIV y los de los ubicados en las vías internas de los municipios deberían estar en los registros de las alcaldías, agrega Galicia. COVIAL no tiene los de los colectores debajo de la CA-9 y la municipalidad tampoco, admiten los directores de comunicación de ambas instituciones. Se señalan entre sí como obligados a contar con ellos.
No es el único lugar donde faltan planos. En alcaldías como la de Santa Catarina Pinula, Guatemala, el alcalde Sebastián Siero también acepta la inexistencia de estos registros y según él la ubicación de las tuberías solo está en la memoria de los fontaneros.
“Está mal no tener esos archivos, pero no es culpa de las administraciones actuales, sino de quienes estaban cuando se instalaron los entubados en cada lugar”, afirma Batres. A su criterio, los funcionarios de ahora pueden generar la información a partir de estudios con cámaras para examinar bajo tierra y rehacer el plano. También pueden hacerlo al enviar a trabajadores a inspeccionar, pero para esto se debe esperar la época seca porque durante el invierno puede ser un peligro para ellos.
Aunque el CIV esperaba terminar los rellenos paliativos la semana pasada para habilitar el paso en toda la CA-9, esos planes no se hicieron realidad. De acuerdo con la alcaldía de Villa Nueva, por ahora realizan nuevos estudios porque cada día hay cambios en el terreno. Mientras estos terminan, los trabajos están detenidos y solo se realizan exploraciones subterráneas.
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