Víctor Hugo Cifuentes Delgado dirige San Pedro Carchá desde 2012. Su gestión fue reconocida al ocupar el cuarto lugar en el Ranking de Gestión Municipal.
La expresión waay’e cha’q laj was (allá viene el cuas, en q’eqchi’), es repetitiva en las comunidades a donde llega el alcalde de San Pedro Carchá, Víctor Hugo Cifuentes Delgado. Y es que su estatura de 1.90 metros sobresale a distancia en el área rural, en donde el promedio es de 1.60, al igual que su manera de trabajar.
Él dirige la municipalidad de Carchá desde enero 2012, y llegó con la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) y la Gran Alianza Nacional. Su trabajo fue reconocido en noviembre pasado cuando ocupó el cuarto lugar en el Ranking de la Gestión Municipal. Ahora analiza si buscará la reelección.
Al que madruga…
Cifuentes Delgado, de 49 años, atiende los lunes y martes en su despacho a partir las 4:00 horas. Lo hace “porque la gente del campo se levanta a trabajar muy temprano“ y hacerlos esperar hasta las 8:00 es una falta de respeto. “Durante la campaña, dijimos que íbamos a privilegiar la atención al vecino con muestras de consideración y aprecio. Atenderlos de madrugada, es un ejemplo”, expresa.
Los otros días los dedica a visitar las 25 regiones que conforman el municipio para supervisar los trabajos. Considera que es necesario prestar atención a las 450 comunidades (asegura conocer el 97 por ciento), pues nació y creció en una de ellas (Cojaj) donde los servicios son limitados.
“Cuando me gradué de maestro me propuse trabajar en el área rural, durante 16 años estuve en Sacalté”. Luego fue trasladado al Instituto Emilio Rosales Ponce, en Cobán, en donde estuvo cinco años. Se jubiló y pasó a trabajar en Plan Internacional, una ONG que atiende temas relacionados con niñez.
Durante su período ha impulsado los derechos del niño, ha conformado los Cocoditos (una réplica de los Cocodes para niños), ha promovido becas escolares y ha construido canchas polideportivas para que la población joven encuentre espacios para recrearse, escuelas, centros de convergencia, aljibes y letrinas.
Y en el año y medio que resta se propone fortalecer el liderazgo comunitario, la participación ciudadana, la auditoría social y promover un proceso de rendición de cuentas. “Es importante que los vecinos vuelvan a confiar en sus autoridades y que se conviertan en actores de desarrollo para que no sean vistos como sujetos electorales”.
El año pasado su gestión fue reconocida por la Secretaría General de Planificación (Segeplan) la cooperación alemana (GIZ), la Organización Panamericana de la Salud y la Universidad Rafel Landívar, al ocupar el cuarto lugar en el Ranking de la Gestión Municipal 2012, índice de gestión municipal. Este indicador califica competencias, transparencia, eficiencia, buenas prácticas, y desempeño, entre otros aspectos.
Entre obra y fiesta
Carchá tiene una extensión de 1,082 kilómetros cuadrados, el uno por ciento del territorio nacional, donde viven al menos 228 mil personas, según las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística para 2013. A la fecha tiene 86mil 300 vecinos empadronados que eligen a tres diputados al Congreso de la República, explica Cifuentes Delgado.
De acuerdo con el Ministerio de Finanzas, para este año el presupuesto del municipio es de Q85,251,800 y al 21 de agosto había ejecutado el 61.42 por ciento. Este año ha realizado tres procesos de licitación y 24 cotizaciones, donde sobresale la compra de una excavadora y un martillo hidáulico (Q2.26 millones) la construcción de aljibes y letrinas, centros de convergencia, canchas polideportivas, y la ampliación de escuelas.
La decisión de qué concurso convocar o qué adquirir responde a las necesidades expresadas por los 450 alcaldes auxiliares. “Cada año hacemos un ejercicio con ellos para priorizar proyectos y elaboramos un listado de la primera necesidad, la segunda y tercera que tienen en su comunidad. Por eso sabemos cuál es exactamente la carencia en cada sector. No ejecutamos proyectos al azar, ni hacemos planificaciones desde el escritorio, sino que recabamos información desde la misma comunidad”.
Pero también queda presupuesto para gastar en la feria municipal. Guatecompras registra el pago de al menos nueve facturas que juntas superan los Q168,998. Con ese dinero se cubrieron presentaciones artísticas, rodeos, desfile hípico, alimentación para caballistas y elección de “Nuestra Belleza Carchá 2014”.
Cifuentes justifica el gasto en que “celebrar la feria patronal es parte de la cultura popular. Lo que tienen que hacer las municipalidades es invertir esos fondos y darlos a conocer de manera pública. Se debe invertir en distracción y fortalecer la sana convivencia una vez al año. También tenemos apoyo de distintas empresas”.
El was comenzó su carrera política en 1999 cuando participó como síndico segundo con el Frente Republicano Guatemalteco (FRG) durante el periodo 2000-2004. Ocho años después regresó a trabajar con las comunidades y encontró la oportunidad de participar con la alianza UNE-Gana, con la que ganó en 2011.
El asegura que la vinculación con los partidos terminó luego de las elecciones, y si decide buscar la reelección podría ser con una bandera de tres colores: rojo, negro y gris que para él respresentan la identidad de Carchá.
Tabla 1. Fiesta, jolgorio y diversión
Fuente: Guatecompras
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