Las instalaciones del Centro de Atención Permanente no se daban abasto desde febrero de 2020. El médico del lugar solicitó ayuda a la alcaldía, pero la respuesta llegó en junio de 2021.
Por Carmen Maldonado Valle
La comuna de San Andrés Sajcabajá, Quiché, pagará la ampliación del Centro de Atención Permanente (CAP) de la ciudad. La solicitud fue hecha en febrero de 2020 por Welther Nájera, el médico distrital, porque “necesitábamos dar la atención adecuada a más pacientes”. Además, un video de octubre de 2021 retrata cómo el techo se cae a pedazos.
Las bases del proyecto se aprobaron en julio de 2021, como consta en Guatecompras. Según la dirección municipal de planificación, “no pudo hacerse antes porque comenzó la pandemia y no sabíamos cuánto nos iba a afectar, entonces debíamos ser cautelosos con el presupuesto. En estos meses también logramos ahorrar para tener el dinero disponible”.
El concurso se adjudicó el 19 de agosto y estará a cargo de la Constructora Emanuel, la única ofertante. El representante es Carlos Humberto Quezada Santos y provee al Estado desde 2006. En estos 15 años facturó Q371 millones 823 mil 644.
De acuerdo con la boleta del Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP), se planea hacer una “casa materna” de 271 metros cuadrados, para prestar atención ginecológica y neonatal. “Los médicos tendrán el mobiliario para asistir partos, dar acompañamiento durante el embarazo, evaluar a los recién nacidos y ofrecer control durante la lactancia”, se lee.
A decir de Lucrecia Hernández Mack, diputada y extitular de Salud, los proyectos municipales relacionados con salubridad suelen tardar en aprobarse. “Esto es no solo por los estudios necesarios, sino porque no siempre tienen coordinación con el ministerio, entonces se construyen y luego se dan cuenta de la falta de personal para asignar ni presupuesto para contratar”.
Por eso, dice, hay centros y puestos de Salud o CAP abandonados, porque las alcaldías los construyen sin la asesoría de la cartera, por lo cual no siempre cuentan con las condiciones necesarias para atender a pacientes: “Antes de hacerlo se deben determinar las necesidades epidemiológicas del lugar para comprar equipo y hacer la estructura según esos requerimientos. Si una alcaldía no pregunta, puede fracasar, porque no sabrá cómo ayudar a los vecinos”.
En el caso de San Andrés Sajcabajá, sostiene la dirección de planificación, hay coordinación entre Salud y la comuna. “Quien lo requirió fue el médico distrital y tiene el sello del ministerio. Junto a ellos se determinó la necesidad de dedicar recursos específicamente a salud neonatal”, añade.
Según la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (Segeplan), en la última década San Andrés Sajcabajá logró disminuir la mortalidad materno infantil a 349 (estaba en 537) decesos por cada 100 mil habitantes a raíz de la construcción y equipamiento de servicios de salud. Sin embargo, advierte el documento, estos debían evaluarse de forma periódica para garantizar la calidad de los servicios.
“Es una buena iniciativa si se coordina con el ministerio y este envía el personal a tiempo. Si la alcaldía se hace a cargo a solas, deberá esforzarse mucho para asignarle un presupuesto”, sostiene Hernández Mack. “Para una comuna no es rentable mantener un CAP porque los insumos no se compran por mayor y el mantenimiento es caro. Quienes ofrecen clínicas son quienes tienen más dinero, como Villa Nueva, o cobran por los servicios”, concluye.
La obra estará lista en febrero de 2022, aunque el proveedor puede pedir una prórroga de ser necesario. Costará Q3 millones 63 mil 200 y la municipalidad prevé una vida útil de al menos 20 años.
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