La comuna asegura que el pago del recurso humano ha sido productivo para lograr la inversión en obra gris, pero los vecinos se quejan de una atención deficiente y lentitud en los trámites.
Por María José Longo
En el 2021, los renglones 011 y 022 (plazas presupuestadas y por contrato, respectivamenete) la conformaban 1 mil 272 trabajadores de la municipalidad y sus empresas de energía y agua. Una planilla que le costó al municipio Q71 millones 418 mil 601 en el último año.
Es un rubro que se incrementa: en el 2021 fueron Q4.6 millones más que en 2020. El número de empleados en el renglón 022 es mayor que en el 011, lo que también se refleja en el gasto.
Los salarios varían, en el listado se pueden observar pagos mensuales de Q2 mil 825; Q3 mil 500, Q7 mil; Q11 mil; Q13 mil y algunos de Q16 mil. Esta última cantidad la recibe el secretario municipal y los directores de finanzas, recursos humanos, planificación, jurídico y de la Empresa Municipal Aguas de Xelajú (EMAX).
El sueldo más alto es para el alcalde, Q32 mil 294.72, más las dietas y gastos de representación, un promedio de Q101 mil.
Para Katia Minera, concejal I, el gasto en salarios es productivo porque ayuda a progresar en la ejecución de obras. “En corporaciones anteriores esto no avanzaba por los mismos trabajadores bloqueaban los proyectos. Gracias a Dios se ha tenido un trabajo en conjunto empleados, la municipalidad, el concejo y el alcalde.”, justificó la concejal.
La relación entre el concejo y el Sindicato de Trabajadores Municipales ha sido cordial. Por ejemplo, este grupo propuso un aumento de Q20 mil para el salario del alcalde y un incremento en el pago de las dietas del concejo. Y a petición del sindicato, para 2022 el concejo aprobó pasar a 60 empleados del renglón 022 al 011.
Que se note la inversión
Ronaldo Gamboa, coordinador del Cocode del sector El Vaquero, zona 9 de Quetzaltenango, relató que en verano el Cocode demandó a la comuna el dragado del zanjón Calderón, pero fueron ignorados. En la época de lluvias el agua se acumuló hasta formar un río, hasta entonces la comuna les prestó atención cuando ya era tarde.
“Ahí es donde nosotros vemos la ineficiencia de los empleados municipales, pero todo viene desde arriba, porque los trabajadores deben acatar órdenes”, dijo el coordinador del Cocode.
En el vecindario de Gamboa hay personas que gestionan desde hace un año una licencia de construcción. En tanto los integrantes del Cocode esperan que la Empresa Eléctrica Municipal de Quetzaltenango (EEMQ) atienda la demanda de alumbrado público.
“Como vecinos vemos que los trámites y las gestiones en la municipalidad son demasiado lentos. Aunque se gaste mucho en los salarios el servicio es deficiente, este debe mejorar porque todo se carga en el ciudadano”, se quejó.
Dalila Castro, coordinadora del Cocode del Barrio El Calvario, lamenta que la población no se interese en los gastos municipales que son con recursos públicos. En varias ocasiones han solicitado informe rubro por rubro de los salarios sin que hasta ahora los antiendan.
“Vemos trabajadores que están por favores políticos y no por eficiencia y capacidad. No son todos, hay unos muy buenos”, indicó.
Los empleados municipales son clave de la administración pública y están al servicio de la ciudadanía, explica Tania López, estudiantes de Ciencias Políticas. Son puestos que deben ocuparse por meritos personales, idoneidad y preparación, sin responder a favores políticos.
“A los trabajadores municipales se les debe garantizar todos sus derechos laborales, pero también están obligados a resolver las necesidades de la comunidad. Sobre el gasto municipal el problema más grande es la falta de voluntad política para cambiar los reglamentos internos de la municipalidad para que los pagos sean proporcionales a la labor desempeñada”, dijo Tania.
La concejal primera Minera, aseguró que el Concejo trabaja para mejorar la atención a los usuarios en la comuna, pues reconoce que es una debilidad, la estrategia es brindar capacitaciones para que los trabajadores presten un mejor servicio.
Te recordamos esta nota: Las dietas del concejo de Quetzaltenango aumentaron 288 % en los últimos 10 años
