Aunque las corporaciones municipales son responsables de brindar servicios públicos de calidad a los vecinos, no tienen poder ilimitado sobre estos ni las empresas a cargo.
Por Carmen Valle
Héctor Cifuentes, alcalde electo de Tiquisate, Escuintla, anunció sus planes de expulsar de su ciudad a Energuate, la empresa proveedora de electricidad en el lugar, en cuanto tome posesión de su cargo. Aun así, esta decisión no corresponde a los alcaldes, sino a la Comisión Nacional de Energía Eléctrica (CNEE).
El aviso se dio tras cuatro días sin electricidad en el municipio que incluso afectaron el funcionamiento del Hospital Nacional de Tiquisate. También hubo una junta entre la Asociación Nacional de Municipalidades (Anam), Energuate, la corporación municipal actual, la Asociación de Abogados de Tiquisate y los ministerios de Gobernación y Energía y Minas.
En ella se discutieron maneras de restablecer el servicio con regularidad, pero también se habló sobre las conexiones ilegales y la deuda por parte de los habitantes del municipio con la empresa.
Cifuentes dijo que el servicio de Energuate no cumple con las expectativas de Tiquisate y “no estaba en sus planes, pero Dios sabe por qué hace las cosas”. Entonces planea cortar relaciones con la empresa. Sin embargo, la atribución de resolver este tipo de controversias y velar por los derechos de usuarios y proveedores se atribuye a la Comisión Nacional de Energía Eléctrica (CNEE) y no a los alcaldes, según el capítulo dos de la Ley general de electricidad.
A la comisión le correspondería entonces determinar si es conveniente continuar con el servicio de esta empresa o se debe buscar otra, pero, a criterio del abogado, Rony Linares, no sería sencillo. “Gran parte del problema en Tiquisate es la falta de pago y el hurto de energía. Ninguna otra empresa con tres dedos de frente querría tomar esa carga al convertirse en la nueva proveedora”.
Un problema de antaño
Esta no es la primera mesa de diálogo entre la empresa y los funcionarios de Tiquisate. Linares, de hecho, participó en una de ellas y asegura que los cortes de electricidad, las conexiones ilegales y los convenios de pago llevan más de una década de discusiones en el lugar.
Según su experiencia, una de las razones por las cuales no se concretan los acuerdos son los prejuicios de ambas partes. Por ello propone como solución volver a negociar, pero en un lugar neutral, además de diferenciar entre delegados de tomadores de decisiones, pues con frecuencia se reclama a los primeros la responsabilidad de los segundos.
“También hace falta apertura: Tiquisate debe aceptar que la electricidad se paga, no se hurta, y Energuate podría evaluar su servicio, pues es una de las molestias de los ciudadanos al tener una tarifa mayor a la de su competencia”.
Esta discusión ocurre en medio de cambios en Energuate, proveedora en 297 de los 340 municipios del país. La compañía se vendió a Threelands Energy Ltd. en septiembre de 2023 y este es su quinto dueño desde 1997.
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Por Mirja Valdés
Mirja Valdés
Quetzalteca que estudió Técnico en Periodismo y Licenciatura en Ciencias de la Comunicación en la Universidad de San Carlos. Reportera y editora en varios medios. Me gusta lo que hago. También los gatos 🐈.