El precio total equivale a un tercio del presupuesto vigente de la alcaldía. Su objetivo a largo plazo es reducir la migración de los habitantes.
Por Carmen Valle
La cabecera de Huehuetenango empezará a construir el edificio municipal más costoso de esta administración: el mercado Kaibil Balam. Con él, se planea ofrecer un espacio para vendedores locales e incrementar los ingresos de la institución a largo plazo.
La obra estará en la zona 8 del casco urbano y tendrá dos plantas, además del parqueo. En ellas habrá locales y puestos para los 1 mil vendedores registrados hasta ahora por la comuna. Estos, por el momento, tienen sus negocios en la calle o en el mercado provisional ubicado en el estadio.
De acuerdo con el Sistema Nacional de Inversión Pública, el valor total del proyecto será de Q40 millones, pero por ahora se hará solo la primera de cuatro fases. Esta constará de cimientos, sistema de drenajes, parqueo, instalaciones el eléctricas y el primer nivel del edificio, donde estará el piso de plaza para los locatarios.
El lugar, a su vez, tendrá el propósito de generar empleos a través de la contratación de personal operativo y de seguridad, y planea devolver la inversión porque se rentarán los locales y el estacionamiento. Así, la municipalidad estima generar al menos Q1 millón en rentas a los vendedores ya registrados.
La iniciativa, de acuerdo con Gustavo Cano, el jefe edil, surgió porque la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo (USAID, por sus siglas en inglés), determinó como una dificultad en la ciudad la falta de ingresos. Tras ello, elaboró un estudio donde una de sus recomendaciones era crear esta plaza comercial donde los vecinos pudieran instalar negocios pequeños, emprendimientos o ventas sin necesidad de pagar alquileres costosos.
“Mucha gente de nuestro municipio migra hacia Estados Unidos, sobre todo por la cercanía con los límites. Esto también lo planeamos como un incentivo para que crezcan económicamente aquí y se queden, en vez de tener a cada vez más familias en el exterior”, agrega Cano.
Huehuetenango está a 265 kilómetros de la capital, pero solo a 85 de La Mesilla, una de las fronteras con México. Solo en el primer trimestre de este año la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) registró a 308 deportados desde Estados Unidos provenientes de ese municipio. No fue el único en el departamento, porque se retornó a 2 mil 897 personas más provenientes de otras nueve ciudades.
La empresa a cargo de esta primera fase del mercado será Servicios de Ingeniería Civil, representada por Jorge Estuardo Herrera Noriega. Provee a comunas de Huehuetenango, Quetzaltenango, Totonicapán, Sololá y Retalhuleu desde 2018 y por ello ha obtenido Q109.4 millones. De sus 189 adjudicaciones, esta es la del precio más elevado, pues cobrará Q12 millones 999 mil por ella.
A decir del alcalde, estos Q12.9 millones se pagarán con fondos municipales, lo cual equivale al diez por ciento de los Q119 millones 662 mil 475 que tiene como presupuesto vigente. Para el resto, se hará lo posible por conseguir ayuda de entidades internacionales.
Al preguntarle si habrá tiempo suficiente para concluir la obra antes de terminar esta administración respondió: “uno debe ser optimista y seguro, sí se podrá. La primera parte es la más lenta por los cimientos, pero el resto podrá agilizarse más”. Así, aunque aún no hay fecha concreta para terminar todo, sí se tiene pensado organizar desde antes a los vendedores locales para ubicarlos cuando se terminen los trabajos. Después de tener un lugar para ellos, se abrirá espacio para personas de otros municipios de Huehuetenango.
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