Guatemala sin vacunas contra la covid 

17 septiembre 2023

El gobierno fue criticado por el poco alcance que tuvo la vacunación en el país. El ministerio de Salud se quedó sin existencias desde mayo y aún está en el proceso de compra. Este es un reportaje de la Red Palta.

En el centro de salud de Boca del Monte, Villa Canales, la vacuna contra la covid es inexistente desde febrero de este año. La enfermera cuenta que antes, cuando había, tenían que salir y “casi rogar a la gente para que se vacunara. Ahora que no hay, llegan a preguntar”. Foto: Alex Cruz

Por Sofía Menchú, Ojoconmpisto *

* Este es un reportaje de la Red de Periodistas de América Latina para la Transparencia y la Anticorrupción (Red Palta)–coordinada por OjoPúblico (Perú), y en la que participaron Perfil (Argentina), Repórter Brasil (Brasil), LaBot (Chile), La Silla Vacía (Colombia), Ojoconmipisto (Guatemala), Poder (México) y La Diaria (Uruguay).

En la aldea Las Escaleras de San Agustín Acasaguastlán, El Progreso, vive Emilian Ramos, un agricultor de 30 años que se dedica a la siembra de maíz. Es padre de un niño de cinco años que padece de desnutrición y, por temporadas, trabaja como guardián en alguna finca de la zona. 

Tiene la oportunidad de obtener un empleo temporal en Canadá que mejoraría su situación económica, pero no puede viajar porque no se vacunó contra la covid. Ahora, que la necesita, no la consigue porque el país se quedó sin vacunas.

En esta investigación de la Red de Periodistas de América Latina para la Transparencia y la Anticorrupción (Red Palta) –coordinada por OjoPúblico (Perú), y en la que participó Ojoconmipisto, junto a Perfil (Argentina), Repórter Brasil (Brasil), LaBot (Chile), La Silla Vacía (Colombia), Poder (México) y La Diaria (Uruguay)– se expone el difícil acceso a las vacunas en el país y su impacto en la población más pobre.

Oportunidad de oro perdida

El Progreso es uno de los 22 departamentos de Guatemala, Las Escaleras está ubicada a 92 kilómetros al norte de la ciudad y pertenece al “Corredor Seco”, denominado así por la sequía que caracteriza el área, que genera pobreza y desnutrición en sus habitantes. 

Hace un mes, Ramos recibió una oferta por parte del Ministerio de Trabajo que, a través del programa Movilidad Laboral, gestiona visas para que los guatemaltecos viajen con permiso temporal de trabajo a Canadá y se desempeñen en fábricas o en la agricultura por periodos de entre seis meses y dos años. A principios de agosto, él tuvo una primera reunión con un reclutador a quien le explicó sus capacidades y aspiraciones. 

Días después, vía telefónica, le confirmaron que tenía altas probabilidades de ser seleccionado, que debería someterse a una segunda entrevista y reunir la papelería necesaria para tramitar su pasaporte y la visa. Entre estos documentos, su constancia de vacunación contra la covid-19 sería fundamental. 

“Yo no me vacuné por todo eso que decía la gente. Por el miedo no me puse ni una [dosis]. Mucha gente aquí, en el pueblo, no se vacunó y ya no me preocupé por hacerlo. Varios estamos así”, contó Ramos. 

En Totonicapán, el Ministerio de Salud habilitó un salón comunal para instalar un centro de vacunación durante la pandemia. La falta de interés de los pobladores obligó al personal médico a recorrer las comunidades en búsqueda de brazos para vacunar. Foto: Henry Josué González.

Guatemala sí tuvo vacunas donadas y compradas, pero el Ministerio de Salud no logró la cobertura esperada a causa de la desinformación y de la carencia de una campaña con pertinencia cultural que explicara los beneficios de la vacuna. Tampoco hubo respeto, empatía ni diálogo intercultural para explicar la enfermedad ni la importancia de inocularse como lo evidenció Ojoconmipisto en el especial “Las vacunas hablan español”.

En algunas comunidades el personal de salud tuvo problemas para ingresar y vacunar, pues la gente pensaba que el medicamento podría dejarlos estériles o causar alguna deformación en el cuerpo. De acuerdo con el presidente del país, Alejandro Giammattei, en febrero de 2022, había cinco millones de guatemaltecos que se “resistían” a la vacuna contra la covid, a pesar de que esta podría salvarles la vida. 

En San Agustín Acasaguastlán, el hogar de Ramos y donde viven 47,193 personas, solo el 34.8 % de la población recibió el esquema completo. Esto equivale a 16,429 habitantes, según el tablero del ministerio de Salud, actualizado al 11 de septiembre de este año. Mientras que 75 personas murieron a causa del coronavirus.

Karin Slowing, consultora internacional en temas de desarrollo y políticas públicas, explicó que la vacunación tuvo un diseño “urbano céntrico” que no reconoció que el 40% de la población no solo es rural, sino que vive dispersa y aislada. “Un mecanismo como el planteado por el Ministerio de Salud era muy difícil e inaccesible a estas poblaciones”.  

India fue el segundo país en donar vacunas Covishield (AstraZeneca) a Guatemala. Las 200,000 dosis que entregó el 2 de marzo de 2021 permitieron comenzar a vacunar a las personas mayores de 70 años. Foto: Alex Cruz.

Negociaciones opacas o tardías

El principal mecanismo con el que Guatemala obtuvo las vacunas fue a través de donaciones, el 44.8% de las dosis que entraron al país, hasta diciembre de 2022, fueron dadas por Israel, Estados Unidos, Suiza, México, India, Corea, Canadá, España y República Dominicana. 

A esto se sumó una compra a Rusia de vacunas Sputnik V, por US$ 160 millones. Las irregularidades en la adquisición —como retrasos en la entrega, opacidad en los términos de referencia, al igual que en las negociaciones— ocasionaron que el contrato quedara en suspenso. “Sigue en proceso de discusión para ver cuál es el futuro del acuerdo”, dijo a este medio, Francisco Coma, ministro de Salud. 

El contrato nunca ha sido público, pues Rusia exigió confidencialidad en el trato, y solo se ha conocido por medio de filtraciones. Así se supo que Guatemala se comprometió con el Fondo Ruso de Inversión Directa y con la intermediación de Human Vaccine a adquirir 16 millones de dosis de Sputnik V.  

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El gobierno pagó el 50 %, US$ 79.6 millones, como anticipo aun cuando la vacuna no había sido autorizada por la Organización Mundial de la Salud, según confirmaron en 2021 las autoridades de Salud. En medio de la pandemia los envíos se retrasaron y no se recibieron todas las dosis prometidas, por lo que las autoridades se plantearon rescindir la negociación a pesar de que ya habían desembolsado millones por el producto.

A finales de 2021, terminaron de llegar al país las ocho millones de dosis que completaban la mitad de lo acordado, según la cartera de Salud. 

Sin embargo, el contrato continúa en revisión en la Procuraduría General de la Nación y las investigaciones emprendidas por el Ministerio Público en mayo de 2021 –porque se usó una empresa intermediaria que estaría exenta de responsabilidad en caso de incumplimiento del acuerdo–, no han avanzado.

En julio de 2021, el embajador de Rusia en Guatemala, Vladimir Vinokúrov dijo en un comunicado de prensa que la información publicada por los medios locales eran “puras especulaciones”, que el contrato que se firmó entre ambos países fue “absolutamente legítimo” y que “el dinero pagado al Fondo no fue robado”.

Durante la pandemia, el gobierno expresó que obtendría vacunas mediante el mecanismo Covax, la plataforma creada en junio de 2020 que daría acceso igualitario a todos los países, pero la compra fue tardía. México, por ejemplo, negoció en octubre de ese mismo año, en tanto que Guatemala lo hizo en febrero de 2021. El 11 de marzo recibió 81,600 dosis de AstraZeneca, por un valor de US$ 4.39 cada una. Este lote se sumó a las 200,000 donadas por India.

El ministerio de Salud anunció, cuando se supo del primer abono para Covax, que negociaba con cuatro farmacéuticas la compra directa. Sin embargo, se abstuvo de identificarlas por los acuerdos de confidencialidad. 

De acuerdo con Slowing, “Guatemala fue el país centroamericano que más tarde se percató de que todos los demás países negociaban con las farmacéuticas para adquirir vacuna más allá de lo que había comprado con Covax”. Y si, a esto se suma, que el mecanismo “no cumplió las expectativas”, como afirmó Iris Cazali, jefa del departamento de Infectología del hospital Roosevelt, se explican los problemas que tuvo el país para abastecerse.

Al 2 de junio de este año, ocupaba el último lugar de Centroamérica cuando se hablaba de la tasa de vacunación con esquema completo. Guatemala registraba 39.9%, en tanto que Honduras 56% y Costa Rica 84.1%, según datos oficiales recabados por Our World in Data.

Al 12 de septiembre de 2023, la pandemia había cobrado al menos 20, 257 vidas desde que se confirmó el primer caso, el 13 de marzo de 2020. Para ese mismo periodo, el ministerio de Salud registra 1.2 millones de casos. En cuanto a la vacunación, que empezó el 25 de febrero de 2021, ha administrado 20.3 millones de dosis. 

El Ministerio de Salud Pública realiza pruebas de covid en los centros de salud y hospitales nacionales. En el tablero de datos de la institución aún se registran los contagios, pero ya no hay más vacunas disponibles. 

Sin vacunas y sin viaje

Como viajar y trabajar en Canadá sería un sueño para Ramos y una mejora económica para ayudar a su familia, comenzó a buscar la vacuna contra la covid-19. Primero, fue al centro de salud de San Agustín Acasaguastlán y, luego, al de la cabecera departamental en Guastatoya, El Progreso, pero no tuvo éxito. Ambos municipios distan 97 y 75 kilómetros de la ciudad de Guatemala, respectivamente.

“Tengo que llevar a la entrevista el papelito de la vacuna (la constancia), pero aquí no hay. Nos dijeron que ya no las trajeron. Ya preguntamos y dijeron que ya no hay, que ya se terminaron y que, desde hace un año, que ya no vienen esas vacunas”, dijo. 

Ramos ha dado encargos a sus familiares y conocidos en la ciudad de Guatemala para que le ayuden a ubicar algún puesto de salud u hospital donde puedan vacunarlo y, así, no perder la oportunidad. Tiene hasta finales de septiembre para conseguir dos dosis y tener el esquema completo. 

Francisco Coma es el segundo médico que dirige el Ministerio de Salud durante la administración del presidente Alejandro Giammattei. Asumió en septiembre de 2021. Ya era parte del gabinete cuando comenzó la pandemia. Foto: Alex Cruz.

Al ministro de Salud, Francisco Coma, le “sorprende que haya gente que no tenga sus esquemas completos luego de haber tenido la oportunidad de vacunarse durante tres años”. Esto fue lo que  respondió cuando este medio le preguntó qué opción se le podría ofrecer a Emilian Ramos. 

“Ya estamos trabajando para poder traer las vacunas, espero que en muy corto plazo podamos informar de que están disponibles. La proyección es empezar a vacunar a partir de noviembre y luego en los primeros meses del año (…) Vamos a vacunar por estacionalidad. Estamos a la espera de que se establezca una vacuna final”, explicó el funcionario.

El ministerio de Salud se abstuvo de informar cuántas vacunas comprará y a quién. 

Así que todo apunta a que Emilian Ramos perderá la oportunidad laboral en Canadá porque el ministerio de Salud, según datos obtenidos por Acceso a la Información Pública, dejó de comprar vacunas en 2022; el mecanismo Covax que sirvió para que los países adquirieran la vacuna de manera justa y equitativa en todos los países ya fue cancelado; y el contrato con los rusos sigue sin resolverse a espera de que el Ministerio Público informe de algún avance en noviembre.