La alcaldía tiene una dinámica laboral donde los estudiantes dejan de ser solo vecinos y se convierten también en servidores públicos.
Por Carmen Valle
Durante al menos los últimos diez años, la municipalidad de Esquipulas, Chiquimula, contrata a estudiantes a punto de terminar sus licenciaturas para que realicen sus prácticas en la entidad. Tras un acuerdo con las autoridades universitarias, la comuna obtuvo personal a cambio de brindar un lugar para comenzar a ejercer y puede tomarse como un ejemplo para ahorrar.
Los jóvenes pertenecen a la Universidad de San Carlos. Con esta casa de estudios se firmó un convenio para que los alumnos de últimos años de la carrera pudieran realizar en la alcaldía el Ejercicio Profesional Supervisado (EPS), siempre y cuando sus conocimientos se adaptaran a las necesidades de personal del lugar.
Por lo general se recluta a epesistas de arquitectura, ingeniería civil y agrimensura para desarrollar sus capacidades en obra pública y ordenamiento territorial. Aun así, en años anteriores también se aceptó a estudiantes de odontología, pedagogía y medicina.
Al menos desde 2018 se han publicado en Guatecompras los eventos de 51 contrataciones, pues según la directora de recursos humanos, Claudia Méndez, se da un estipendio a los estudiantes. En esto, la municipalidad invirtió Q643 mil 935 hasta el 27 de febrero de 2023. Así, se convierte en un “ganar-ganar”, agrega, pues los alumnos prestan un servicio a los vecinos mientras aprenden y ejercen sus conocimientos.
De acuerdo con el economista, Ricardo Barrientos, existen más beneficios, pues “al no ser un empleo formal, la remuneración es menor y puede significar un ahorro para la institución. Eso no implica que sea la única razón por la cual se haga, sino también para confiar en los nuevos profesionales y permitirles desarrollar sus habilidades”.
A su criterio, esta podría ser una práctica funcional para más ciudades, pues todos los vecinos se ven beneficiados al tener más manos para prestarles servicios públicos. Sin embargo, se debe tomar muy en serio por parte de la alcaldía porque para garantizar un trabajo de calidad se debe supervisar constantemente al estudiante.
Esta parte también está cubierta, dice la directora de recursos humanos, porque los jóvenes reclutados tienen una revisión doble. La primera es por parte de la universidad y la segunda es por parte del personal edil que evalúa si los resultados cumplen con la calidad necesaria.
“Aprenden mucho, porque trabajan directamente con un equipo que se dedica a su disciplina de estudios. Van a las visitas de campo con ellos, se les supervisa, se les dice cómo mejorar y adquieren nuevos conocimientos para trabajar”, añade Méndez. Por esta razón, durante los primeros meses de la pandemia hubo menos contrataciones, pues no en todos los casos se podría garantizar a los estudiantes trabajar in situ.
La municipalidad planea continuar con este convenio y por el momento tiene a cuatro epesistas cuyas funciones durarán dos meses. Por sus servicios habrá una remuneración de Q3 mil.
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