El gobierno local se queja del hermetismo de las autoridades de Salud, no les informa cuántas personas hay contagiadas en el municipio y eso alienta la desinformación entre vecinos.
Por José Pablo del Águila
Las alarmas se encendieron y el temor incrementó en Amatitlán desde el 31 de marzo, cuando el ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) confirmó que un médico del Hospital Nacional en el municipio dio positivo de COVID-19. Se contagió tras tener contacto con una persona procedente de Nueva York que dio positivo.
A partir de esa fecha, la municipalidad ha hecho esfuerzos por reforzar las medidas de prevención en el territorio y calmar el pánico de los vecinos. Sin embargo, esto les representa un reto porque, tanto el personal del hospital como del centro de Salud, no les proveen información que les permita desarrollar estrategias para prevenir el virus, dice Luis Sánchez, concejal IV de Amatitlán, por el partido Valor, designado para ofrecer declaraciones desde que empezó la crisis sanitaria.
El alcalde es Mainor Orellana, del partido Valor. Este es su tercer período no consecutivo para dirigir este municipio de 116 mil 711 habitantes, según el Censo 2018.
Entre los vecinos, dice Sánchez, corre el rumor de personas con coronavirus atendidas en el hospital de la localidad. Incluso, pacientes que han llegado por otros síntomas salen contagiados. Desde la municipalidad quisieran calmar a los habitantes, pero las dependencias del MSPAS restringieron la comunicación con autoridades ediles. Tampoco les informan cuántos contagios hay en el territorio.
“A nosotros no nos interesa saber si Pedro o Juan está contagiado, sino cuántos casos hay en Amatitlán, pero se excusan en que es información confidencial. Sabemos que la población tiene miedo, pero el miedo se genera por la desinformación”, dice.
De momento, cuenta, se han proveído de dos unidades móviles y dos pilotos al centro de salud para llevar control y chequeo de las personas en cuarentena. También mantienen medidas de higiene en los mercados, restringen el acceso al cementerio y cerraron algunos comercios en el lago, aunque quisieran tener un rol más activo, dice el concejal.
Mejorar la comunicación
Nancy Sandoval, infectóloga de la Asociación Guatemalteca de Enfermedades Infecciosas (AGEI), reconoce que el ente rector en los procedimientos de salud es el MSPAS, pues hay protocolos que solo conoce el personal sanitario.
No obstante, considera conveniente instar a las autoridades de Salud a que la comunicación con las municipalidades sea fluida a efecto de evitar cualquier desinformación que circule. Las comunas se podrían acercar al jefe del área para definir su rol, sugiere.
Sandoval cree que los gobiernos locales pueden ser aliados en esta crisis ya que conocen a su comunidad. “Ellos pueden comunicar en temas de educación, controlar mercados y comercios, por ejemplo”, menciona.
Edwin Escobar, exalcalde de Villa Nueva y expresidente de la Asociación Nacional de Municipalidades (Anam), considera que es tiempo para que las municipalidades preparen fosas familiares en cementerios, y preparen sus salones municipales con catres y lo mínimo necesario por si las instalaciones del ministerio de Salud no se dan abasto.
Carlos Sandoval, secretario de comunicación social de la Presidencia, dice que de momento no se ha requerido a municipalidades habilitar espacios en cementerios. A través de los gobernadores se entregó a los alcaldes materiales de comunicación relacionados al COVID-19 en distintos idiomas, y se trabaja conjuntamente con ellos para definir los beneficiarios del bono único de Q1 mil para la economía informal.
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Te recordamos esta entrevista a Edwin Escobar: “solo un tercio de los alcaldes tienen capacidad de afrontar la crisis”