Autorregularse: use mascarilla para sobrevivir lo que sigue de la pandemia

25 abril 2022

Esta semana se reducirán los protocolos de bioseguridad frente a la COVID-19. Aunque aún no se sabe cuáles serán los cambios, los especialistas no recomiendan “negociar” el cubrebocas en todos lados.

Guatemala empezará la desescalada de medidas de prevención este miércoles, cuando solo cuatro de cada diez personas tienen esquema completo anticovid. Foto: Agencia Guatemalteca de Noticias.

Por Carmen Maldonado Valle

Alejandro Giammattei, informó a través de su cuenta de Twitter que el próximo miércoles anunciará un “desescalamiento” en las medidas de prevención del coronavirus. ¿El propósito? “Vivir con la normalidad de antes”, dice, aunque a la fecha 59 de cada 100 en el país no tienen esquema completo de vacunas.

Ojoconmipisto preguntó a especialistas qué medidas recomiendan tomar para proteger la salud propia y la de los demás, con independencia de las disposiciones próximas a anunciarse. Ninguno aconseja abandonar el cubrebocas por completo pero, si las medidas se relajarán de todas formas, esperan que sea en lugares con menor riesgo de contagio.

Dónde sí usar tapabocas

Para la infectóloga Iris Cazali, aún no se debería reducir el uso de mascarillas, sobre todo tras las aglomeraciones de Semana Santa, pues el riesgo de contagio aumenta. Sin embargo, “si habrá una desescalada, donde sí deberíamos pensar en utilizarlas por propia iniciativa son los lugares cerrados o muy concurridos”, sostiene.

Entre ellos menciona el transporte público, en el auto compartido, las tiendas, bancos, las aulas, elevadores y espacios reducidos en general, porque el contacto con otras personas es más cercano. También sugiere, de ser posible, abrir las ventanas en estos lugares para reducir el número de partículas infecciosas.

De hecho, un estudio llevado a cabo en Estados Unidos en 2021 determinó cómo los espacios  con ventilación natural reducen las posibilidades de transmisión de COVID-19 en quienes los ocupan. También disminuye la posibilidad de contagio de otros virus.

“También debemos tomar decisiones respecto a las circunstancias de cada uno. Quienes trabajan en salud, ayuda humanitaria o cualquier sector con exposición constante a varias personas deberían continuar con la mascarilla como hasta ahora”, señala el epidemiólogo, Erwin Calgua.

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Dónde es “negociable

Aunque no hay una cifra estipulada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el punto al cual deben llegar los países para reducir las medidas de bioseguridad, naciones como España o Colombia optaron por comenzar a eliminar el uso del cubrebocas al superar el 70 por ciento de personas vacunadas con dos dosis, pues al inyectarse se reduce la posibilidad de transmitir la enfermedad.

En el primero, según su secretaría de Salud, 88 de cada 100 mayores de cinco años tienen ambas dosis anticovid. En el segundo, cuyas nuevas disposiciones entrarán en vigor el 1 de mayo, 69 de cada 100 se inyectaron dos veces y allí no se eliminará por completo la protección: deberá utilizarse en el transporte, en municipios con menos del 70 por ciento de inmunizados, residencias de ancianos, salones e instalaciones educativas.

Guatemala, en cambio, aún no alcanza ni la mitad de la población mayor de seis años completamente vacunada, reporta el tablero del ministerio de Salud. De hecho, solo 18 de los 340 municipios tienen al menos siete de cada diez habitantes con siete de cada diez inyectados.

En esos sitios, “podríamos pensar en usarlo con menor frecuencia en espacios abiertos, con mucha ventilación y distancia entre personas, pero debemos diferenciar entre estos sitios: no es igual un parque a una playa abarrotada. En el segundo, usen mascarilla”, recomienda Calgua. La misma distinción hace entre restaurantes, bares, estadios y otros sitios al aire libre, pero con posibilidad de albergar aglomeraciones.

Cuándo “se debe” usar

A decir de Cazali, alrededor de enfermos, personas con el sistema inmune deprimido o de la tercera edad lo ideal es utilizar siempre el cubrebocas para evitar riesgos para todos, pero sobre todo para ellos. Lo mismo aplica para quienes no tienen al día su esquema de vacunas para enfermedades inmunoprevenibles (rubéola, sarampión, tétanos, entre otras).

Sin embargo, el peligro de disminuir las medidas de prevención es no estar seguros de cuándo se convive con estas personas o cuándo se tiene cerca a alguien que vive rodeada de ellas. Por lo tanto, no recomienda tomar estas acciones.

Por su parte, el Centro para el Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), también plantea a los completamente vacunados usar siempre la mascarilla en caso de mostrar síntomas de COVID-19, haber tenido contacto con un contagiado y en sitios poco ventilados donde se permanecerá mucho tiempo (aviones, por ejemplo).

Los médicos coinciden en que las nuevas disposiciones gubernamentales no deberían establecerse para el país en general porque no todos los municipios cuentan con el mismo porcentaje de vacunación completa, así como no existen los mismos focos de infección en ellos. Mientras se anuncian las reglas nuevas, exhortan no solo a no dejar la mascarilla a un lado, sino a continuar con la higiene de manos y el distanciamiento físico.

¿Ya viste nuestro último especial? Las vacunas hablan español

Mirja Valdes

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