La alcaldía no cuenta con servicio de telefonía en su edificio. Los empleados no pueden comunicarse entre dependencias y tampoco recibir llamadas si algún vecino o interesado los requiere.
Por Jhonny Anona
En la municipalidad de Santa Cruz Balanyá, Chimaltenango, los empleados deben utilizar su propio teléfono celular para comunicarse entre dependencias y llamar a otras instituciones. Salvo algunos, todos pagan con su dinero las recargas de saldo e internet.
Si alguien necesita comunicarse su única opción es visitar las instalaciones de la municipalidad y resolver las dudas.
De acuerdo con Mario Tubín Ruyán, encargado de la Unidad de Acceso a la Información Pública (UAIP), la comuna nunca ha tenido el servicio en sus instalaciones.
Sin embargo, en su presupuesto de egresos de 2021, la comuna asignó Q37 mil 500 para gastos de telefonía. Según Guatecompras, la alcaldía solo recarga el teléfono del jefe de guardias de forma regular.
“En el caso mío, recargo, tengo un plan y así están los empleados, por cuenta propia. La municipalidad no da efectivo para que cada uno tenga saldo y redes”, menciona el encargado de la UAIP.
Aunque en el municipio existen los servicios de Claro y Tigo, la comuna tampoco tiene contratos con las empresas para proveerles de internet. Prefieren adquirir el servicio a un vecino, Adriel Abiue Ajquejay Arriaga, al que han pagado Q24 mil 300 en lo que va del año. También le compra equipo de cómputo y sus reparaciones.
Balanyá cuenta con página de internet (munibalanya.gob.gt), pero localizarla no es fácil. Al poner el nombre de la municipalidad en los buscadores de internet esta no aparece. Varios de sus ítems no están actualizados y tampoco se puede hacer una solicitud de información por medio de ella. El correo de la UAIP (info@munibalanya.gob.gt) tampoco está publicado.
En la sección de remuneraciones de los empleados evitan publicar la información por “seguridad de los colaboradores”, menciona una carta publicada en el apartado.
“Imagínese que le publiquen cuánto gana usted. Es motivo para extorsiones. No todas las personas ven la información de buena intención”, argumenta Tubín.
Para divulgar la información y actividades de la municipalidad, su único medio es su cuenta de amigos de Facebook. El alcalde Enio Oswaldo Juárez ofreció que su asistente llamaría para responder a las preguntas, pero no lo hizo. Luego dejó de responder. Tampoco atendió en su oficina en la municipalidad. Es su primer período como jefe edil y ganó con Prosperidad Ciudadana.
Otras municipalidades
El directorio de la Asociación Nacional de Municipalidad (Anam) registra que por lo menos 75 municipalidades no tienen un número de teléfono al cual comunicarse. Huehuetenango es el que menos conectividad reporta, de las 33 municipalidades solo 16 cuentan con un número de teléfono.
Marvin de León, director ejecutivo de la Anam, señala que todas las comunas tienen teléfonos, correo electrónico y página de internet. Desde la página web de la Anam, alojan a muchas municipalidades que no cuentan con propia, sin embargo, muchas de estas no están actualizadas.
Sobre si las alcaldías puedan o no pagar el saldo de los empleados menciona que es difícil, pues “nos genera conflictos, hallazgos por parte de Contraloría”, dice. “Eso hace que algunas veces los alcaldes le pidan un esfuerzo adicional al personal para que les puedan apoyar con el trabajo”, añade. Tal como pasa en Santa Cruz Balanyá.
Para Rony Linares, analista de Asies, no es correcto que se den esas situaciones. “Son abusos que cometen las autoridades municipales con el personal”. A su parecer, los empleados deberían plantear una queja ante un tribunal de trabajo. “Hay una imposición ilegal por parte del alcalde decir ‘ustedes tienen que poner su teléfono para responder llamadas’”, opina.