En ocho de cada diez municipios ha habido manifestaciones y expresiones de descontento de la población, según estudio de Acuerdos y Soluciones S.A.
Por José Pablo del Águila
Las manifestaciones, bloqueos de carreteras y demás muestras de inconformidad por parte de la población a nivel nacional se cuadriplicaron entre 2012 y 2018, según una investigación de Acuerdos y Soluciones S.A.
El problema es de tal magnitud que el 88 por ciento de los 340 municipios del país fueron afectados en este período por estos problemas. Los temas por los que más protestó la gente son corrupción, reformas al sistema electoral y judicial, carencia de educación pública y energía eléctrica.
Sin embargo, hay 60 municipios que representan el 18 por ciento de los 340, en los que el estudio no identificó ninguna expresión de descontento popular.
¿Reina la calma en estos territorios?
Pueden ser algunos casos, pero podría ser una explicación equivocada para otros. En algunas regiones, la presencia del crimen organizado puede limitar la participación ciudadana, afirma María José Aguilar, analista política de Acuerdos y Soluciones. A ello se debe la apariencia de calma, dice.
Por ejemplo, entre los 64 municipios están San Antonio Huista y Santa Ana Huista, una región fronteriza con incidencia del narcotráfico, según reportes de prensa.
Aguilar comenta que otras de las razones pueden ser que los municipios no se encuentran sobre rutas relevantes para grupos que bloquean carreteras. O bien, entre sus habitantes sí hay quienes pertenecen a organizaciones sociales que manifiestan, pero lo hacen en otros territorios.
Manolo Ordóñez, activista de derechos humanos en Huehuetenango, refuerza la tesis que el crimen organizado puede limitar la participación ciudadana.
“No hay organización (comunitaria) por el peligro que representa, nadie se opone a la gestión pública por temor a que puedan haber represalia en contra de la gente, dice Ordóñez refiriéndose a la región Huista.
Agrega que otra de las razones por las que en algunos municipios no hay manifestaciones es porque la religión desincentiva la organización de los comunitarios.