La alcaldía, la tabla de salvación para los diputados
Estos cargos de elección popular son distintos, pero dirigir una municipalidad puede ser la actividad política que los mantenga vigentes y genere ingresos.

Armando Paniagua fue diputado dos periodos consecutivos (2004-2012). Se retiró cuando ganó el Partido Patriota (PP), su partido, y pasó a dirigir el Fondo Nacional para la Paz (Fonapaz). Cuando ocupaba ese puesto lo vincularon a casos de corrupción. Su esposa ocupó la curul que él dejó vacante (2012-2016).

Ahora, por segunda vez, quiere ser alcalde de Quetzaltenango con la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE). No es el único exlegislador con este proyecto. También Otto Ely Zea Sierra (Alta Verapaz), José Gabriel Barahona Morales (Petén) y Julio Antonio Juárez Ramírez (Suchitepéquez) quieren estar al frente de una cabecera departamental.

El candidato del Partido Patriota en Quetzaltenango, Armando Paniagua, fue uno de los grandes perdedores del  proceso electoral 2019. Ahora volverá a intentarlo con la UNE. Foto: Ojoconmipisto

Del Congreso a la municipalidad

Benjamín Armando Paniagua Rodríguez fue fundador, en ese departamento, del extinto PP el partido que lo llevó a él y a su esposa, Delia Karina Rivera de Paniagua, al Congreso.

Un informe de la Contraloría General de Cuentas de abril de 2023, indica que mientras estuvo en Fonapaz (2012-2013) lo denunciaron cuatro veces por “malas contrataciones y por pagos a algunas organizaciones no gubernamentales”. Estas quedaron desvanecidas y el resto de hallazgos, en total 35, fueron sancionados con Q2.1 millones, cifra ya cancelada.

Otro registro del Ministerio Público reporta cuatro denuncias de 2012, 2014, 2017 y 2021 en la fiscalía de Quetzaltenango, aunque no detalla los delitos. Paguardar, uno de sus negocios, tuvo siete contratos con el Estado entre 2009 a 2012 por Q321 mil 250.

¿Le pesan las denuncias de corrupción? “Si no estuviera limpio, estaría en la cárcel. Me investigó la Contraloría General de Cuentas, me hicieron auditorías. Yo tengo mi finiquito”, dijo.

¿Por qué con el partido de Sandra Torres? Ella estuvo presa por un caso de financiamiento electoral ilícito. “Le soy honesto, empezar con un partido nuevo es difícil, complicado. Además, está comprobado que para que un partido haga gobierno deben pasar tres periodo para ganar, y yo no podía esperar”, respondió.

No hay peor tragedia que salir del presupuesto público”. 

Es una frase mexicana que aplica a quienes saltan de un cargo de elección a otro.
Luis Linares, municipalista

Entre los candidatos que se postulan en estas elecciones está Otto Ely Zea Sierra que aspira a la alcaldía de Cobán con Compromiso Renovación y Orden (Creo). Antes fue diputado del Partido de Avanzada Nacional (PAN) en 2004-2008. En 2018 tuvo un contrato por servicios técnicos en el Congreso por Q121,285 y este año tiene uno vigente como asesor de la comisión de Comunicaciones, Transporte y Obras Públicas por Q114,967.74

José Gabriel Barahona Morales es diputado de Petén por Bienestar Nacional (Bien) y candidato a alcalde de Flores con el partido Nosotros. Es dueño de Comercializadora y Transportes Barahona y en 2011 prestó sus servicios al ministerio de Agricultura durante agosto-septiembre por Q25 mil. De acuerdo con los registros de la Superintendencia de Administración Tributaria es comerciante vinculado al transporte terrestre. Su nombre figura en dos denuncias en su contra por lesiones culposas y una más por violencia contra la mujer.

Julio Antonio Juárez Ramírez fue alcalde de Santo Tomás la Unión, Suchitepéquez, en 2012-2016. Al concluir su administración se desempeñó como diputado, ambos cargos los ganó con el partido Lider. Es constructor y entre 2005-2011 le fueron adjudicados contratos que suman Q109 millones. Estuvo preso de 2019 a 2022 sindicado del asesinato de un periodista, pero fue absuelto. Ahora quiere volver a la municipalidad con el partido UNE.

“Que los alcaldes pretendan llegar al Congreso de la República es un tema aspiracional, es la carrera política. En algunos casos sí se ocultan bajo el manto del antejuicio“, explicó Selvin García, exalcalde de Pachalum, Quiché, y exdiputado de Creo.

Miguel Ovalle, alcalde de Salcajá y Armando Paniagua durante una actividad proselitista celebrada el 7 de mayo, Ovalle es candidato a diputado y Paniagua, exdiputado, aspira a dirigir la municipalidad. Foto: Facebook

Del la municipalidad al Congreso

El compañero de fórmula de Paniagua en Quetzaltenango es Rolando Miguel Ovalle Barrios, el alcalde de Salcajá que ahora se postula como diputado con la UNE. La primera vez que ganó la alcaldía fue en 2003 con la misma alianza con la cual Paniagua ganó la diputación. En 2007 buscó su reelección con el partido Creo, pero no la consiguió sino hasta 2011. Desde entonces se ha mantenido en el cargo.

A pesar de que grupos de vecinos y el Procurador de los Derechos Humanos lo han denunciado por abuso de autoridad, tráfico de influencias y corrupción, él ha mantenido su inmunidad y hasta fue presidente de la Asociación Nacional de Municipalidades (ANAM) por dos años (2020-2022). “El alcalde (Ovalle) es muy querido en Quetzaltenango. Yo digo que más que restarme votos, me suma”, dijo Paniagua.

Además de Ovalle, hay otros alcaldes que quieren ser diputados como Fidencio Lima Pop (Chisec, Alta Verapaz) con Viva, Julio Amílcar Ambrocio Ramírez (San Pedro Necta, Huehuetenango) con Valor y Esduin Javier ‘Tres kiebres’ (Ipala, Chiquimula), con Cambio.

El diputado Julio Juárez fue procesado por la muerte de un periodista.

Motivaciones mundanas

¿Qué motiva a un diputado querer ser alcalde o viceversa? La ambición al poder, respondió Luis Mack, sociólogo y analista independiente. “La alcaldía tiene sus limitaciones y la diputación permite tener mayor alcance. Incluso si alguno se consolida en el ámbito legislativo podría pensar en lanzarse a la presidencia”.

Luis Linares, experto municipalista, tampoco cree que los motive aportar al país sino “es cuestión de intereses personales, de lucro, de beneficiarse del poder. Ese es el común de la mayoría que aspira a cargos públicos en Guatemala”.

En el caso de los alcaldes que quieren ser diputados, “algunos ven la posibilidad de hacer negocios mayores. Los diputados distritales si se logran vincular al gobierno o a una bancada fuerte logran un control político de su departamento, como sucedió con  Arístides Crespo, por ejemplo, y muchos aspiran a emularlos”.

Con los diputados la motivación puede ser otra. No lograron postularse como legisladores y al perder esa oportunidad “buscan el cargo municipal como una tabla de salvación”. Además, pueden obtener mejores ingresos legalmente. “La remuneración puede ser mucho mayor como alcalde”.

Linares mencionó lo que perciben ediles como Javier Gramajo en Villa Nueva, más de Q121,000 gracias a las dietas y gastos de representación, mientras que un diputado devenga Q29,150 mensuales. La cifra incluye los gastos de representación, el salario, las dietas y las plenarias.

Hace dos meses el Tribunal Supremo Electoral recibió una denuncia en contra de Paniagua por campaña anticipada. Pero él la describe como campaña negra de sus opositores. Y, ¿qué pasaría si vuelve a perder? “Hasta que Dios nos permita la vida vamos a estar metidos en el tema político”

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