El Conejo, el único de los 22 alcaldes que no busca la reelección

Se despide con cinco solicitudes de antejuicio en su contra y con una veintena de expedientes judiciales donde figura como sindicado.

Es conocido como El Conejo por la panadería que fundó con el mismo nombre y el comité cívico que lo mantiene en la alcaldía de Mazatenango. Su nombre es Manuel de Jesús Delgado Sagarminaga y en la Navidad de este 2023 cumple 76 años.

En 2004, Delgado llegó a la municipalidad de la cabecera de Suchitepéquez con el comité cívico Mazataneco, fueron 4 mil 992 votos los que le dieron la victoria. En las elecciones siguientes corrió con el comité que él fundó y llamó El Conejo, obtuvo menos votos (3,138), pero los suficientes para reelegirse.

En 2011 conoció la derrota frente al candidato del Partido Patriota, Óscar Roberto Lemus Gordillo, que logró 7 mil votos frente a los 5 mil 107 que Delgado obtuvo.

El declive del PP por los señalamientos de corrupción que provocaron la renuncia del presidente Otto Pérez Molina y la vicepresidenta Roxana Baldetti, provocaron que Delgado regresara a la alcaldía con el mejor resultado de toda su historia política.

Aunque en 2019 logró reelegirse por tercera ocasión, los números finales eran señal de una caída en picada que no podía evitar.

El necio

Delgado es ahora el único alcalde de las 22 de las cabeceras departamentales que decidió retirarse de la contienda por voluntad propia. Se remarca “por voluntad propia” porque ese no fue el caso de Esvin Fernando Marroquín Túpas, el jefe edil de Cuilapa, Santa Rosa.

Después de dos periodos al frente de la comuna –primero con el PP en 2016 y después con Prosperidad Ciudadana en 2020–, Marroquín Túpas se quedará con la ilusión de ver su nombre en la papeleta rosada.

No buscará un tercer periodo porque el Tribunal Supremo Electoral rechazó su candidatura. La justicia estadounidense pidió su extradición por “temas relacionados al narcotráfico”, el 28 de diciembre de 2022. Y el pasado 6 de junio, perdió la inmunidad.

Marroquín Túpas quería reelegirse con el partido oficial Vamos. Hizo públicas sus intenciones cuando presentó su informe de gobierno municipal, el pasado 14 de enero.  “Uno tiene que estar en la teta que tiene leche y aquí la que tiene leche es la del señor presidente (…) es ahí donde estoy, en el partido oficial”, anunció.

Declaraciones del alcalde de Cuilapa, Esvin Fernando Marroquín Túpas, cuando anunció que se sumaba a Vamos en enero 2023.

Nueve de cada diez

Los 20 alcaldes de las 22 cabeceras departamentales buscan la reelección y la mitad con el partido Vamos. A las cuatro municipalidades que el oficial obtuvo en 2019 –Flores, Huehuetenango, Jalapa y Puerto Barrios– se sumaron otras seis –Guastatoya, Jutiapa, Salamá, Sololá, Cobán y Chimaltenango–. En este listado también figura Cuilapa de Marroquín Túpas.

Esto tuvo un precio. El presidente Alejandro Giammattei ofreció dotarlos de más recursos financieros para el año electoral y disponer de los fondos no ejecutados por los Consejos Departamentales de Desarrollo (Codede) en 2022. Todo esto con escasos controles de transparencia.

Los otros diez quedaron así: tres van con la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) y el resto con Bien, Cabal, Humanista, Todos, Victoria, un comité cívico (Unidad Marquense) y una coalición (Valor-Unionista).

Aunque en 2019 logró reelegirse por tercera ocasión, los números finales eran señal de una caída en picada que no podía evitar.

A nivel nacional, nueve de cada diez alcaldes quieren continuar en el cargo. Este año la cantidad es mayor en comparación con el último proceso: 273 de 340 en 2018 y ahora 297. ¿Por qué insisten en permanecer otros cuatro años más?

Por tres razones, explica Gerson Sotomayor, analista. Primero, se facilita hacer campaña política y tener un alto nivel de posicionamiento por el uso de los recursos públicos (humanos y financieros) y de los programas sociales y de beneficio para la población para lograr su cometido, continuar en el poder.

Segundo, aunque lo intenten y no ganen, su participación beneficia a los listados de diputados de departamentos y al candidato a la Presidencia. Los partidos políticos aportan cierta cantidad para que los candidatos puedan participar, como hace ahora Vamos que le apuesta a 220 alcaldes para lograr la reelección.

Y tercero, agrega Sotomayor, por la continuidad del poder en los puestos públicos. Ante la incapacidad de formación de cuadros políticos dentro de las propias organizaciones se configuran caudillos locales que no responden a la institucionalidad, sino en su gran mayoría a la mejor bandera política del momento. No existe un proyecto institucional sino personal.

Rolando Arturo Aquino Guerra, alcalde de Chiquimula durante seis periodos no consecutivos, es un ejemplo de ello. Llegó en 1991 con el comité cívico La Muta y se reeligió con la Unión del Centro Nacional (UCN), el partido de Jorge Carpio Nicolle que en ese momento era una de las fuerzas políticas más importantes.

Regresó en 2004 con la coalición Partido Patriota-Movimiento Reformador-Partido de Solidaridad Nacional que llevó a Óscar Berger a la Presidencia, y luego en 2012 con el Patriota de Otto Pérez Molina. Tras el desprestigio del partido, retomó de nuevo su comité cívico con el que se mantuvo dos periodos y ahora participa con la UNE.

Aquino, de 77 años, ha enfrentado nueve solicitudes de antejuicio y 17 denuncias penales, la Contraloría General de Cuenta ha registrado 73 fallas en su administración y el pago de Q1.7 millones por multas. Su salario mensual es de Q27,416 y cobra Q1000 de dietas por cada vez que se reúne el concejo municipal. Está acostumbrado a trabajar sin mayor oposición.

Rony Linares, analista municipal, explica que los reparos que resalta la CGC son errores administrativos cometidos por el alcalde, aunque en muchas ocasiones no hayan sido su responsabilidad. “Hay que analizar cada hallazgo para saber si hubo justificación o no. Como votante puedo reparar en el tipo y si son recurrentes”.

En cuanto a las causas penales que acumulan algunos candidatos, la situación es distinta. “Si tienen procesos en curso que no han sido solventados, el TSE debió inscribirlos”, explica Linares. En el caso de los antecedentes penales y policiacos, estos no son causa para limitar a las personas sus derechos. Esto, agrega, lo establece la Constitución.

De regreso con el Conejo

En 16 años al frente de la comuna, Delgado Sagarminaga ha acumulado varias denuncias en su contra. Según información proporcionada por el Organismo Judicial, el alcalde tiene 23 expedientes judiciales en los que aparece como sindicado por delitos como abuso de autoridad, incumplimiento de deberes y usurpación de atribuciones.

También figuran cinco procesos de antejuicios. Uno fue interpuesto por Tarin Gabriela de los Santos López quien exigía su reinstalación tras denunciar que fue despedida ilegalmente. Sin embargo, el proceso se interrumpió con su muerte en 2021. Fue asesinada por su pareja, según reportó el medio Región Más.

En 2017 fue presentada otra solicitud por parte de la Asociación de Mototaxis de Mazatenango. Adán Meza López fue uno de los interponentes y explicó que denunciaron al alcalde por permitir la circulación de taxis piratas en el sector. “Eso fue hace muchos años, en el juzgado me dijeron que ya no procedía”, agrega.

La solicitud que sí logró prosperar fue la presentada en 2016 por la mala construcción de la Calzada Centenario. En enero de 2021 el alcalde perdió la inmunidad, pero las diligencias se quedaron en un impasse.

Sus contendientes

“Un temor que han tenido los candidatos es que siempre lo han visto como ganador”, dice José Pablo Rodas, actual concejal I de la alcaldía de Mazatenango y quien ha acompañado a Delgado desde 2015.

Como el alcalde no participará en la actual contienda, Rodas decidió inscribirse como candidato por el partido Cabal y lo acompaña Genaro Gil Vásquez quien es el actual síndico I.

El comité cívico El Conejo también desaparece. Para estas elecciones no participa ningún comité. Pero fueron 19 los partidos que participan con una planilla para sustituir a Delgado. Mazatenango es la única cabecera en donde tampoco se inscribieron exalcaldes.