Caminos, agua, salud o educación: en teoría, son los vecinos quienes deciden qué proyectos priorizar. En la práctica, esto no siempre sucede.

Por German Carranza
Los Cocode son la principal forma de organización en barrios, aldeas y colonias. Su función es buscar soluciones conjuntas a los problemas de cada comunidad.
Por ley, todos los municipios deben tenerlos. En Totonicapán, desde 2016, los 48 Cantones deciden qué proyectos se financian con los fondos del Codede.
De las 40 obras monitoreadas, ocho municipalidades no publicaron en Guatecompras la solicitud del Cocode. En Chiquimulilla, Santa Rosa, quien presentó la petición fue la directora del establecimiento donde se ejecutó la obra.
Para conocer quiénes integraban los Cocode que solicitaron cada proyecto, se pidió a las 40 municipalidades el acta de registro e inscripción. Retalhuleu no respondió y no fue posible establecer comunicación.
La Unidad de Información de la municipalidad de Guatemala trasladó la solicitud a la Dirección de Desarrollo Social. Esta respondió: “En esta dependencia no se registran las solicitudes de los proyectos, por lo que no es posible saber cuál fue el Cocode solicitante”.
Ante una segunda gestión, la Dirección Técnica del Sistema de Consejos de Desarrollo indicó que “el registro de la información no corresponde” a esa dependencia.
Por último, la Dirección de Desarrollo Social explicó que, para entregar los datos, se necesita conocer de antemano el Cocode específico. En el Discode, la municipalidad no cuenta con un registro completo de sus Cocode. En la práctica, no hay forma de acceder a esa información.
En asamblea comunitaria se prioriza
En teoría, los vecinos discuten en asamblea qué necesitan: caminos, agua, salud o educación. En la práctica, no siempre sucede.
En La Gomera, Escuintla, fue el alcalde Héctor Hugo Cardona Morales quien eligió la obra. En El Junquillo, Barberena, Santa Rosa, la presidenta del Cocode, Bianca López, contó que intentaron realizar una asamblea, pero no funcionó. Ahora las decisiones se toman entre los miembros del comité.
Tras la priorización comunitaria, el siguiente paso es llevar la petición al Comude, el órgano de coordinación municipal. Ahí se reúnen los Cocode de segundo nivel, el concejo y otras entidades locales.

En un municipio donde existen más de 20 Cocode, se establecen los de segundo nivel. Para ello, la alcaldía divide el territorio en regiones según la población y la cercanía.
A cada región se le asigna un número de representantes de forma proporcional, hasta sumar 20 en total. Luego, en asamblea, los Cocode de cada región eligen a sus representantes, quienes integran el Comude: el espacio municipal donde se presentan los proyectos priorizados por las comunidades.
La decisión se toma en el Comude
Cuando los Cocode presentan sus solicitudes, el Comude debe analizarlas y priorizar los proyectos. Las sesiones suelen ser mensuales. En ella se discuten las necesidades y se define la urgencia o importancia de cada obra, según la situación de la comunidad.
Al final, el Comude elabora un listado de proyectos priorizados. Son las obras que, por consenso o votación, se proponen para ejecutar. Los proyectos que no entran van al “banco de proyectos”, para ser considerados en años siguientes o cuando existan fondos extraordinarios.
En Santa Cruz del Quiché, Julio Salomón Hernández Sical, del Cocode Los Chorecales, zona 2, comentó que no los convocan a las reuniones del Comude. La última a la que asistieron fue en 2024.
En Uspantán y Chiquimulilla, fueron los directores quienes presentaron la solicitud al alcalde. De esa priorización surgió la obra y, en el trámite administrativo, obtuvo el aval de los Cocode.
Planificación anticipada
Cuando el Comude define los proyectos prioritarios, el concejo municipal los envía a la Unidad Técnica Departamental (UTD), donde se revisa si cumplen con las tipologías del Consejo Nacional de Desarrollo Urbano y Rural (Conadur) y emiten un dictamen.
Si el dictamen es favorable, los proyectos pasan al Codede para su aprobación. Antes de firmar convenios de financiamiento, el Consejo Regional de Desarrollo Urbano y Rural (Coredur) y el Conadur también los analizan.
En esta etapa, la Dirección Municipal de Planificación elabora perfiles y diseños técnicos según el Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP). Esto incluye planos, presupuestos, cronogramas y estudios que garantizan su viabilidad.
Los Cocode deben presentar sus propuestas a más tardar en octubre, para que puedan incluirse en el Presupuesto General del siguiente año y ser aprobadas por el Congreso.
