La población del cantón Marroquín, en Salcajá, supervisa cada semana la construcción de la escuela para garantizar que se realice con transparencia.
Mirna Alvarado
Aunque ha sido difícil, en el cantón Marroquín del municipio de Salcajá, Quetzaltenango, los vecinos se unieron para supervisar que la construcción de la escuela por la que lucharon durante siete años se realice con transparencia. Por ello realizan inspecciones semanales.
Se trata del proyecto “Mejoramiento de la Escuela Primaria Oficial Rural Mixta” del cantón Marroquín II, el cual es financiado con fondos del Consejo de Desarrollo Departamental (Codede). Estará a cargo de la empresa Multiservicios PL, que presentó la oferta por Q7 millones.
Para obtener el financiamiento la comunidad enfrentó dificultades. Por esa razón, los integrantes del Cocode y los alcaldes comunitarios se reúnen al menos una vez a la semana para supervisar el avance de la obra.
“Mantenemos comunicación con los maestros de obra (albañiles) y con el ingeniero a cargo asignado por la constructora. Así nos aseguramos que tanto los materiales como los trabajos sean de buena calidad”, comentó Genaro Aguilar, presidente del Cocode.
El representante legal de la constructora es Erly Danniery Portillo Lima. Las oficinas se encuentran en la aldea El Barreal Guastatoya, El Progreso. Los Q7 millones 048 mil 327 que costará la obra son aportados por el Codede (Q4.5 millones), por la municipalidad (Q2.4 millones) y los Q5 mil que aportará la comunidad.
Según el contrato publicado en Guatecompras, ejecutar todos los trabajos deberá tomar diez meses, por lo que la construcción tenían que terminar en julio. Pero debido a problemas provocados por una fosa séptica, la constructora solicitó al concejo municipal una prórroga.
Al 15 de octubre de 2025, el proyecto registra un avance del 90 %.
La escuela de dos pisos, que albergará a más de 200 estudiantes, contará con ocho aulas, una cocina, una oficina para la dirección, una cancha polideportiva, un jardín con juegos infantiles y una batería de baños. También tendrá rampas y pasamanos para uso de niños y adultos con capacidades especiales.
El contrato también incluye el sistema de drenajes, la instalación de tuberías para el agua potable y el sistema eléctrico, así como puertas metálicas, barandales, balcones y ventanas de vidrio. También se contempla la dotación de mobiliario y equipo (pupitres, pizarrones y otros accesorios). Destaca la colocación de grama sintética, piso de granito y un espacio para parqueo.
Actualmente los alumnos reciben clases en una casa particular, las aulas se improvisaron con las láminas retiradas de la antigua edificación.
Camino difícil
Genaro Aguilar, presidente del Consejo Comunitario de Desarrollo (Cocode) explicó que para alcanzar este y otros proyectos debieron enfrentar varias dificultades como la falta de participación de los vecinos. “No todas las personas están dispuestas a donar tiempo, energía y recursos para gestionar los proyectos en beneficio de la comunidad”.
De acuerdo con Aguilar, una vez se consolidó el Cocode se toparon con discriminación por parte de los integrantes del Consejo Municipal de Desarrollo (Comude), que agrupa a todas las organizaciones comunitarias de un municipio. “Cuando se planteaban los proyectos, se priorizaban aquellos que beneficiarían a la cabecera municipal, pero no a las aldeas y cantones”, señaló.
No fue sino hasta 2023, al notar las grietas en el techo de la escuela, que el Comude aprobó incluirlo en el listado de proyectos 2024 financiados con los fondos del Codede.
Sin embargo, el cambio de gobierno, incluido el del gobernador, atrasó la firma de convenios y el desembolso de los fondos. “Según la programación, debió ser en junio 2024, pero fue hasta septiembre”, indicó Aguilar.
Planifican otros proyectos
Para el próximo año el Cocode planificó la construcción de un edificio para la alcaldía auxiliar y un salón comunitario. “Es necesario contar con un espacio para las reuniones de los alcaldes comunitarios o de los Cocodes, y para realizar asambleas vecinales”, comentó Reina Candelaria García, integrante del Cocode.
“Hemos gestionado actividades recreativas y de productividad para mujeres y jóvenes, pero nos falta un espacio para desarrollarlas. Cuando tenemos capacitaciones acudimos a la iglesia a pedir prestado un salón, pero no es suficiente”, añadió.
Y para prevenir escasez de agua en la comunidad, también planificaron la construcción de un pozo mecánico con tanque elevado. “Las tres propuestas se analizan en el Comude para determinar si se realizan con fondos propios de la municipalidad o si serán financiados con los fondos del Codede”, dijo Genaro Aguilar.
Sin cámaras
Todos los proyectos que superan los Q900,000 deben contar con un sistema de georreferenciación y cámaras para monitorear. Alvin Santos, director del Consejo de Desarrollo Departamental, proporcionó el enlace para verificar el funcionamiento, sin embargo, este no transmite en tiempo real, pues solo muestra videos y fotografías.
Santos indicó que solicitará un informe al supervisor de la obra para determinar la razón por la que no existe transmisión en tiempo real. Hasta ahora, no ha habido respuesta.