Los vecinos que cavan pozos para almacenar lluvia

El 56 por ciento de los habitantes de Ixcán, Quiché, se abastece de esta manera. El agua que provee la municipalidad está contaminada.

Los vecinos que cavan pozos para almacenar lluvia

El 56 por ciento de los habitantes de Ixcán, Quiché, se abastece de esta manera. El agua que provee la municipalidad está contaminada.

  • Oswaldo Ical

  • @OswaldoIcalJom1

  • Ixcán, Quiché

  • Joel Pérez Alvarado

Carlos Maldonado Vásquez, vecino de la zona 1 de Ixcán, Quiché, se abastece con la lluvia que capta y almacena en dos pozos.

En una oportunidad le indicaron que en su propiedad podría existir agua subterránea y empezó a cavar, pero no encontró nada.

Luego probó suerte en otra parte de su terreno, pero su esfuerzo fue en vano. “Gasté Q50 mil en ambos. Pensé que había perdido mi dinero, pero al final valió la pena porque ahí guardo la que cae de arriba” dice satisfecho.

Según Maldonado, durante la administración del alcalde Raúl Gutiérrez (2016-2020), pagaba Q2 diarios, pero solo alcanzaban para llenar dos cubetas de 20 litros. por lo que optó por cortar el servicio y utilizar sus pozos. “La municipal era de mala calidad, pues al bañarme me salían ronchas”.

Este tipo de quejas es una constante en este municipio de Quiché donde, según el Censo 2018, existen 18,651 hogares y el 56 por ciento de estos se abastecen con pozos. Apenas el 4 por ciento abre el chorro en su casa, aunque el agua que recibe no es para consumo.

El resto acude a un chorro cercano o a uno público, la compran a camiones o se dirigen al río para llenar las tinajas.

foto de pozo de agua

El agua que se toma de río Cantabalito se bombea hasta los tanques de captación ubicados en el interior del mercado La Económica de la zona 1

No apta para consumo humano

El agua que surte a Ixcán proviene del río Cantabalito que dista tres kilómetros del área urbana. Se bombea hasta los tanques ubicados en el interior del mercado La Económica de la zona 1.

“Prácticamente lo que recibimos son aguas negras. La conectan cada dos días durante dos horas, pero del chorro sale basura, pelos, gusanos y el líquido como si fuera chocolate” dice Ronaldo Rodríguez Arrazola que vive en el área urbana y fue delegado de la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (Segeplan).

En esta misma área se encuentra un pozo mecánico perforado en 2018 que no funciona, explicó el guardián al momento de la visita de campo.

Tres plantas de tratamiento que fueron construidas entre 2007 y 2009, solo dos funcionan. La municipalidad no tiene planificado construir otra.

Este fue solicitado un año antes por el cocode para atender a los vecinos pues “el vital líquido no es apto para el consumo humano y existen muchas enfermedades gastrointestinales especialmente en los niños”.

La municipalidad adjudicó la construcción a Inversiones Logísticas para Aguas, S.A. –único oferente– por Q708,250 (NOG 7355173).

Según el alcalde Antonio Elías Calel, cuando se realizó el aforo (prueba) y él era concejal primero, el agua corrió hasta las calles y era abundante, pero no sabe por qué dejó de funcionar días después.

Pidió apoyo al Instituto de Fomento Municipal para identificar el problema sin tener respuesta.

Elías Calel no es ajeno a este proyecto. Él era miembro del concejo 2016-2020 y el alcalde era Raúl Gutiérrez, ambos de la Unidad Nacional de la Esperanza.

En 2019 se inscribió como candidato de ese partido y ganó. En tanto que Gutiérrez intentó reelegirse con Prosperidad Ciudadana, pero quedó en el décimo lugar de 16 candidatos.

Este pozo fallido se suma a otro de 1999, recuerda Rodríguez Arrazola, el delegado de la Segeplan. Ese año hicieron los estudios para llevar agua potable a 18 comunidades.

Se concretó durante el gobierno local de Jerónimo Lemus Villeda (1996-2000), pero se inauguró hasta 2013 en la administración de Carlos Alfredo Cahuec Quej (2008-2016). En total la obra costó Q62.2 millones (SNIP 72225), y nunca funcionó.

foto Ronaldo Rodríguez Arrazola

Ronaldo Rodríguez Arrazola fue delegado de la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (Segeplan). Recuerda que en 1999 hicieron los estudios para dotar de agua potable a 18 comunidades.

Entre lluvias y pozos

En la zona 1 están los dos proyectos más importantes, pero eso no es ninguna garantía de contar con el servicio. Uno lleva agua contaminada del río Cantabalito y el otro no funciona.

A la casa de José Luis Lux Santos, por ejemplo, no llega ni una gota. Mientras que la que cae en su negocio se utiliza para trapear y limpiar el baño, por la mala calidad.

Para cubrir sus necesidades, en su vivienda tiene tres tinacos de 2,500 litros donde almacena la lluvia que usa para lavar, bañar y tomar.

icono de tuberia

"Gasté Q50 mil en abrir dos pozos. Pensé que había perdido mi dinero porque no encontré agua, pero al final valió la pena porque ahí cosecho la lluvia",

Carlos Maldonado Vásquez, vecino de la zona 1 de Ixcán.

Adelso Palencia Aldana, por su parte, perforó un pozo de 20 metros de profundidad para lo mismo. Y tiene otros dos tanques para no sufrir escasez durante la temporada seca.

“Aquí nunca hemos recibido nada de parte de la municipalidad. Antes comprábamos agua con la parroquia y una cooperativa, pero dejaron de venderla. Así que debí cavar mi pozo y construir los dos tanques. No tenemos esperanzas de que la comuna nos provea” dice Palencia a Ojoconmipisto.

Según Benjamín Oliverio León Medrano, ingeniero químico encargado de los programas de control y vigilancia del agua del Área de Salud de Quiché, su dependencia tiene la obligación de monitorear la calidad del líquido distribuido por las municipalidades.

En el caso de Ixcán, la municipalidad cuenta con un presupuesto anual de Q86,000 para clorar el agua y evitar enfermedades.

Hasta el 16 de agosto de ese año, solo había utilizado Q21,160 para la compra de hipoclorito para clorar el agua del tanque municipal y de las plantas de tratamiento.

La municipalidad destina Q86,000 anuales a la compra de cloro.

Pero esto no es suficiente. Los análisis del área de salud muestran que no sirve ni para lavar utensilios de cocina.

Los datos del Censo 2018 señalan que el 2.4 por ciento de los habitantes obtiene agua gracias a los camiones cisterna.

Otros recurren a ellas porque la disponible está contaminada. Así que por las calles de Ixcán es recurrente observar vehículos con tanque de almacenamiento dentro de jaula de acero. Cobran Q60 por mil litros, y hay familias que compran tres semanales.

Si se detecta que un administrador no la clora, explica León Medrano del área de Salud, se le recomienda hacer las correcciones necesarias. “Si no lo corrige la sanción es el cierre definitivo del sistema de distribución.

Pero es difícil emprender esa acción, porque la comunidad lo prefiere así a no contar con el suministro”, advierte.

El alcalde de Ixcán reconoce que el agua entubada distribuida a la población es de mala calidad y que busca la manera de mejorar el servicio.

“Agua hay en cualquier lado, pero no tiene el caudal necesario para abastecer a la población.

Queremos trasladarla desde un nacimiento en la aldea San Pablo, a siete kilómetros del área urbana. Los expertos ya vinieron y pensamos realizar el proyecto para 2022”, responde Elías Calel.

Ixcán carece de una Oficina Municipal de Agua y Saneamiento (OMAS), por las atribuciones están a cargo de la Oficina Municipal de Servicios Públicos que cuenta con un presupuesto de Q104,750.56.

Se requiere primero de un acuerdo municipal, pero en este municipio de Quiché, el concejo aún no se reúne para tratar ese punto. En sus sesiones consumen agua embotellada.

1) Este proyecto se hizo cuando el actual alcalde, Antonio Elías Canel, era concejal I. Ahora el jefe edil dice desconocer por qué no funciona. 2) En las calles de Ixcán es recurrente observar vehículos con tanque de almacenamiento que venden 1,000 litros a Q60. 3) Carlos Maldonado Vásquez, vecino de la zona 1 de Ixcán, Quiché, se abastece con la lluvia que almacena en dos pozos de 20 metros cada uno. 4) El agua que comercializa “Gamboa 2” en Ixcán proviene de un pozo privado.