En los últimos cuatro años la municipalidad adquirió 195 féretros a dos proveedores en San Antonio Aguas Calientes, Sacatepéquez. Todos a requerimiento de la dirección municipal de la mujer.
Por Carmen Maldonado Valle
Desde febrero de 2017 la municipalidad de San Martín Zapotitlán, Retalhuleu, ha adquirido 195 ataúdes valorados en Q297 mil en varias compras, por ello tienen distintos precios. Se otorgan a los habitantes que los solicitan ante la alcaldía y se piden a empresas ubicadas en San Antonio Aguas Calientes, Sacatepéquez, a 154 kilómetros de distancia.
De acuerdo con Guatecompras, la comuna tiene dos proveedores para este fin. El primero es la venta de cajas mortuorias Luordes, a quien le hizo cinco encargos individuales el 10 de febrero de 2017. Cada féretro costaba Q1 mil 200.
La comuna no volvió a contratarla sino hasta diciembre de ese año, cuando le pidió diez féretros por Q15 mil. En 2018 aumentó a 12 la cantidad de ataúdes solicitados y la alcaldía pagó Q18 mil por ellos. Así, hizo 16 pedidos en los meses siguientes por los cuales erogó Q201 mil en total.
La empresa comenzó a operar el 15 de abril de 2002 y el propietario es Elmer López, según la Superintentencia de Administración Tributaria (SAT). Desde 2017 ha ganado Q209 mil 800 en operaciones sin concurso con las municipalidades de San Martín Zapotitlán, Santa Catarina Barahona, San Antonio Aguas Calientes y Alotenango, Sacatepéquez.
La segunda proveedora de la alcaldía retalteca es la fábrica El último recuerdo. La contrató por primera vez el 5 de junio de 2020 para solicitarle una docena de ataúdes por Q19 mil 200. En los meses posteriores le hizo otros cuatro pedidos idénticos. En total, la comuna le pagó Q96 mil.
Según la SAT, El último recuerdo inició operaciones el 29 de octubre de 1997. Es propiedad de Juan Francisco Hernández, proveedor de las mismas comunas que la venta de cajas mortuorias Luordes, más la municipalidad de Sololá.
Los féretros se compran a solicitud de la oficina de la mujer, de acuerdo con Mirian Osorio, la titular. “Las adquirimos porque aquí hay muchas personas de escasos recursos y cuando fallece uno de sus familiares pueden pedir que les ayudemos con eso, siempre y cuando comprobemos su nivel de necesidad”, añadió. Al preguntarle por qué se contrata a compañías en un municipio de otro departamento, se cortó la llamada y no fue posible volver a contactarla.
También se intentó hablar con la alcaldesa, Blanca Mendoza, en más de 20 ocasiones pero no respondió. Además, se hicieron llamadas a la municipalidad y a la unidad de información pública, las cuales no contestaron.
Ismael Hernández, vecino de San Martín Zapotitlán, era el dueño de la funeraria Retalhuleu. “Era la única en el municipio, pero era muy caro mantenerla entonces la cerré hace un par de años. Desde entonces no he visto otra”, dice.
No es la primera vez
Blanca Estela Mendoza es la alcaldesa desde 2016. En su primer período representó al Partido Patriota y ahora al partido TODOS. La antecedió César Martínez Barrios, quien ocupó el cargo desde 2008.
En la administración de Martínez, la Contraloría General de Cuentas (CGC) realizo una auditoría a la comuna, determinó que para ese entonces compraba cajas mortuorias. Sin embargo, no tenía actas de defunción ni copias de la identificación de los solicitantes para respaldar las adquisiciones. El jefe edil y el tesorero recibieron una multa de Q5 mil a causa de esto.
Según el informe de la CGC, el alcalde justificó la falta de documentación en ese entonces con que “usted como humano sabe que en ese momento de dolor no está para eso y quiere recibir algún tipo de ayuda para no acumular sus problemas. Solo una persona inhumana no comprendería ese caso”, justificó entonces el exalcalde.
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