Petapa espera que sede de bomberos esté lista en septiembre

 

 

El edificio de Q2.6 millones estará en Prados Villa Hermosa. La constructora debió entregarla en abril pasado.

 

 

 

Por Isaías Morales | 9 de julio de 2018

 

 

Cada día los teléfonos de las tres subestaciones de los Bomberos Municipales de San Miguel Petapa suenan al menos 39 veces. Del otro lado de la línea los vecinos piden todo tipo de auxilio, ya sea para bajar su mascota de un árbol, atender un incendio o trasladar a un familiar herido hacia algún hospital cercano o fuera del municipio.

Las sedes se localizan en el casco urbano, la colonia Santa Inés y Villa Hermosa. Sin embargo, no son suficientes para atender a una población que supera los 200 mil habitantes, según estimaciones del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Por ello, el alcalde Luis Reyes contrató la construcción de un nuevo centro para auxiliar al sector de Prados de Villa Hermosa y las zonas vecinas. La misma, que debió estar lista en abril pasado, está a cargo de la constructora de Francisco José Cáceres Berganza. El edificio costará Q2.6 millones y esperan inaugurarlo en septiembre próximo.

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Esta es la fachada de la sede ubicada en la cabecera municipal.

 

Alta demanda comunal

 

A los pobladores del sector les afecta esta demora, ya que las llamadas de emergencias a los bomberos se incrementaron en los últimos años, según comenta Glendy López vecina e integrante del Cocode. “Por la falta de ambulancias a veces los bomberos tienen que llegar pie a los lugares, y en otras ocasiones se quedan sin gasolina”, explica.

“Tienen mucha demanda y poco personal, por lo que no siempre pueden realizar los traslados que se les pide. El municipio se ha vuelto conflictivo, se observan todo tipo de hechos de violencia y accidentes. Solo tienen tres subestaciones y se turnan para atender, por eso una nueva sede ayudará bastante”, manifiesta.

Los bomberos municipales cuentan con 18 paramédicos que laboran con salario fijo en las subestaciones disponibles, y en distintos horarios. Cada centro cuenta con seis bomberos, pero se dividen en dos grupos de tres personas. La jornada comienza a 7:00 am y concluye 24 horas después. Es decir, durante la semana trabajan al menos 72 horas.

“Parecemos hormigas en cada estación porque cuando va una unidad para el hospital, ya viene la otra de regreso. A veces se van a las nueve de la mañana y regresan a las cuatro de la tarde. Así trabajan todo el día. No hay tiempo para descansos ni para comer”, cuenta Rolando Borrayo, el comandate a cargo de las tres subestaciones.

La Asociación Nacional de Bomberos Municipales Departamentales (Asonbomd) registró 9,995 emergencias atendidas en la sede de San Miguel Petapa entre 2016 y 2017; Villa Hermosa realizó diez mil en ese período y en el caso de Santa Inés, la cifra fue de 4,260.

Entre las tres se turnan para cubrir el sector de Prados de Villa Hermosa, cuya población aumentó a 67 mil habitantes, según proyecciones del INE.

“Esta nueva estación nos ayudará bastante porque el municipio creció mucho. Antes los servicios eran por accidentes de tránsito e incendios. Ahora nos llaman hasta para bajar gatos de los árboles o si hay un derrumbe. Y si se registra una balacera coordinar para no quedarme sin vehículos y personal, para tener presencia en los lugares”.

Los datos oficiales dan cuenta que los tres tipos de auxilio que más cubren los bomberos son enfermedades comunes, traslados por maternidad y accidentes de tránsito.

Pero no solo asisten a esta localidad, también viajan los municipios aledaños en caso exista una tragedia que requiera su apoyo. “Si en Villa Canales o Villa Nueva un bus se va a un barranco o hay una balacera, inmediatamente acudimos nosotros. Allá no hay bomberos municipales, solo voluntarios, hay una estación en cada lugar y por eso los ayudamos”.

Los traslados son, en la mayoría de veces, al Hospital Roosevelt y al de Amatitlán, pero incluso los pacientes les requieren traslados hasta La Antigua. “Una ambulancia privada cobra Q1,500 como mínimo. Ellos aportan entre Q100 a Q200, pero nosotros no cobramos. Si así lo deciden nos dan para la gasolina y ya nosotros reportamos a la municipalidad ese donativo”.

 

La estación ubicada en la cabecera municipal debe coordinar las tres sedes.

 

El comandante que apoyó en campaña

 

La estación de la cabecera municipal, localizada a una cuadra del parque central, funciona como la base de operaciones. Desde ahí el oficial Edgar Rolando Borrayo López coordina hacia dónde se traslada cada ambulancia.

Durante la entrevista concedida a Ojoconmipisto, Borrayo mantuvo encendido su radio y estuvo atento a los avisos. Es bombero desde hace 42 años, estuvo ad honorem desde 1976 a 2016 y remunerado en los últimos dos.

En su oficina guarda recuerdos de su trayectoria. La foto de un rescate, un juguete que simula una ambulancia, una medalla de reconocimiento y un mensaje de agradecimiento que un vecino le dejó. Al principio su trabajo fue voluntario. “Tenía otro trabajo, pero los sábados o domingos que descansaba, apoyaba acá”, relata.

Con las elecciones de 2015, Borrayo apoyó a Mynor Morales (concejal primero 2012-2016) en su candidatura por la alcaldía por el Partido Patriota (PP), pero al final no pudo participar por falta de finiquito. Su lugar lo ocupó Luis Reyes, ganó las elecciones y asumió para el período 2016-2020.

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“Lo mío (su apoyo) fue político porque tras ganar las elecciones, me ofreció la comandancia y me vine a trabajar acá. El alcalde prometió construir la subestación y por eso lo ayudé”, admitió el comandante.

 

El oficial Edgar Rolando Borrayo López coordina al equipo. Es bombero desde hace 42 años.

 

Alcaldía maneja presupuesto

 

En el casillero del despacho del oficial se guarda una alcancía, en esta se depositan los donativos que los vecinos realizan, sin importar el monto. “Ayer nos donaron Q50, lo que hago con ese aporte es dividirlo entre los bomberos para que compren su almuerzo. Esto no sucede todos los días, es algo eventual. Estoy consciente que recibimos un salario y por eso no cobramos por el servicio que damos”.

Este es el único fondo que manejan los bomberos, lo demás queda a cargo de la alcaldía. Salarios, combustible, vestuario, medicina, desperfectos mecánicos de los vehículos y cualquier imprevisto que tengan. Cada gasto que se realiza es supervisado por un delegado municipal.

Por ejemplo, el miércoles de la entrevista los pilotos llevaron las ambulancias a la gasolinera. Esto fue entre 10 a 11 de la mañana y un trabajador de la comuna supervisó que les llenaran el tanque, así como el monto. Dos días después se repitió la rutina para que a las unidades pudieran funcionar.

Las tres sedes tienen un presupuesto anual de Q1.9 millones y el 80 por ciento se destina en salarios, bonos, aguinaldo y pago de IGSS, según datos obtenidos por medio de la Unidad de Acceso a Información Pública de la comuna.

En esta institución laboran 18 paramédicos que devengan ingresos mensuales de Q2,992 y el comandante, Q13,750.

No es el único estipendio que reciben. La Asonbomd les otorga un bono de riesgo de Q6 mil anuales a cada uno, el cual se divide en dos pagos: uno en junio y el otro en julio

La nueva sede necesitará como mínimo seis bomberos, dos ambulancias y una motobomba para operar. El personal lo cubrirá la comuna y resto lo pagará la asociación.

Lilian Carolina Castillos, jefa de la Unidad de Acceso a Información Pública, indicó que las tres subestaciones de Petapa en funcionamiento usan equipos donados por la Asonbomd, los cuales están valorados en Q482,860.

La municipalidad reporta un avance del 94 por ciento para este edificio y financiero del 90 por ciento. Con la nueva sede esperan atender a un promedio de 300 vecinos por mes.

La construcción de esta subestación para bomberos, otra para la Policía Nacional Civil y un puesto de salud, en un mismo terreno, forman parte de un solo concurso al que se le asignó un presupuesto de Q6.8 millones. Según la alcaldía, todo esto se hará “con el fin de contrarrestar la violencia, brindar atención médica preventiva y curativa, y contar con una unidad para atender emergencias”. Incluye cancha polideportiva y graderíos para beneficiar a 30,900 personas.