El COG y la CDAG administran Q486.9 millones asignados al deporte federado, y lo hacen a su gusto. ¿Cuál es su prioridad? ¿Apoyar a los atletas? ¿O a sus directivos?
En el deporte federado, el monto de las becas que reciben los atletas es menor a lo que cobran los dirigentes por asistir a sesiones cada mes.
Los directivos y personal administrativo venden servicios al Estado, aun cuando la Ley de Contrataciones lo prohíbe. Saben que nadie marcará la falta.
Durante la pandemia disminuyeron los viajes al exterior y los viáticos, lo único que aumentó fueron las dietas para miembros de las directivas.
En los últimos dos años, las federaciones adjudicaron 860 compras a cuatro agencias de viajes. Tres de ellas son dirigidas por los mismos socios, una es propiedad de un exdirectivo y juntas suman contrataciones por Q10.8 millones.
El COG y la CDAG mantienen esta prestación que cubren en su totalidad con fondos públicos. El beneficio alcanza a personas mayores de 80 años con un pago mínimo, así como a trabajadores y deportistas.
A presenciar la posible despedida de Kevin Cordón y Erick Barrondo, y el relevo generacional en marcha. Quien gane una medalla recibirá a su regreso una recompensa.
El monto representa el cinco por ciento del presupuesto del Comité Olímpico Guatemalteco dedicado a apoyar a los deportistas que participaron en los juegos celebrados en julio y agosto pasado.