La municipalidad de San Juan Ostuncalco (Quetzaltenango) contrató en 2018 su construcción, pero tres años después aún requiere presupuesto para que cumpla su objetivo.
Shirlie Rodríguez
@shir_21
San Juan Ostuncalco, Quetzaltenango
Henry Josué González
A 20 minutos del centro municipal de San Juan Ostuncalco, Quetzaltenango, se encuentra una planta de tratamiento que costó Q2.9 millones. Es la única de la localidad y no funciona.
Un desacuerdo entre los vecinos de Agua Tibia y la alcaldía, así como la falta de presupuesto, ha impedido su operación.
La obra se construyó en 2019, pero quedó pendiente un detalle: instalar la tubería que comunique los desagües del municipio, y los habitantes de la aldea se oponen.
Temen que de la misma emane mal olor y ahuyente a las visitas. Prefieren mejor que inviertan en un centro turístico y en arreglar el camino de terracería, el mismo que es transitado por camiones extractores de piedra y arena del río.
Está pendiente la instalación de la tubería de esta planta de tratamiento. Esta obra gris tiene apariencia de recién construida por la falta de uso.
El proyecto “Construcción sistema de tratamiento aguas residuales cabecera municipal de San Juan Ostuncalco”, publicado en Guatecompras bajo el NOG 8609101, fue adjudicado a la empresa Comprosegua en octubre 2018.
El contrato establecía que la obra de Q 2.9 millones estaría terminada un año después.
El jefe edil que suscribió fue Juan Aguilar Luis. Durante su administración 2016-2020 fue denunciado por malversación de fondos por otros proyectos.
Llegó con el partido Todos y buscó la reelección con Prosperidad Ciudadana en 2019, pero quedó en el noveno lugar de 19 candidatos. Fue sustituido por Félix Luis Marroquín Escalante, de la UNE.
Según la autoridad municipal, se requiere una segunda fase para instalar la conducción de aguas residuales a la planta, pero no hay consenso con los vecinos.
Marroquín Escalante asegura que por esta razón no han asignado presupuesto para la instalación de tubería en un espacio mayor a tres kilómetros.
Se tiene previsto presupuestar Q3 millones para el año 2022, una parte es municipal y otra del Consejo Departamental de Desarrollo (Codede).
"Luego de visitar las plantas de tratamiento en distintos municipios, puedo decir que algunas se hicieron para salir del paso",
Leonel Estrada, delegado del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales en Quetzaltenango.
El área donde se construyó la planta de tratamiento es conocida como Las Piscinas, ahí un nacimiento abastece tres estanques y funciona el Centro de Capacitación Lingüística Mam.
La comunidad solicita invertir en mejorar el sector, principalmente el asfalto, y que sea un punto turístico para quienes visitan el lugar.
Noé Gómez es el presidente del Consejo Comunitario de Desarrollo de Agua Tibia y explica que los vecinos temen que se dañe la tubería y colapse. O bien, que el funcionamiento de la planta provoque malos olores y que esto ahuyente a visitantes.
“Ellos quieren que se beneficie a la comunidad con otros proyectos. Queremos que Las Piscinas sea convertido en un sitio turístico y no que el agua del manantial la ensucie la planta”, resalta.
Cornelio Méndez, integrante de la asociación Civil Ostuncalquense, asegura que la obra fue mal planificada porque las aguas sucias no llegan al sector donde está ubicada la planta y, por lo tanto, se debe reinvertir recursos municipales para que funcione.
El alcalde Marroquín sostiene que no ha presentado ninguna denuncia penal en contra de la administración pasada, porque aún tienen tiempo para gestionar recursos y hacer que la planta funcione. Su antecesor Juan Aguilar Luis murió en abril de 2021 por covid–19.
El delegado del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales en Quetzaltenango, Leonel Estrada, menciona que el gobierno de Jimmy Morales aprobó un tiempo de gracia a las municipalidades para que en 2023 tengan en funcionamiento las plantas de tratamiento.
Al menos ocho pozos alimentan la cabecera municipal de San Juan Ostuncalco y las aldeas que tiene la alcaldía a su cargo, y dos nacimientos de la aldea Agua Tibia.
Estrada explica que han realizado inspecciones en municipios y varias construcciones se hicieron sin una buena planificación. Las hicieron “solo para salir del paso”. En San Juan Ostuncalco les dijeron que falta recurso económico para instalar la tubería.
El tratamiento de agua tiene diferentes beneficios, explica Jessica Ríos, ingeniera civil con experiencia en proyectos de saneamiento.
Con estos procesos se puede reutilizar y obtener más para el consumo humano y se reduce el riesgo de enfermedades en niños y niñas.
“Como la planta no está en operación, usan ríos, quebradas y riachuelos para consumo. Pero los drenajes están a ras del suelo, hay filtraciones y cierto grado de contaminación. Las aguas residuales, por su característica, contaminan el suelo y perjudican la salud humana”, concluye Estrada.
Las mujeres en su mayoría son quienes trasladan el agua a sus hogares. En este caso, ella recorrió un kilómetro para llenar la tinaja de cinco litros. No quiso dar su nombre.
El Centro de Atención Permanente de San Juan Ostuncalco recopila datos de las primeras 10 causas de morbilidad en los vecinos de la localidad.
Dentro de estas se encuentra la diarrea aguda y el parasitismo intestinal, ambas relacionadas con el consumo de agua contaminada.
El estudio de Nexos Locales “Diagnóstico de Agua y Cambio Climático”, realizado en el 2015, muestra que el agua de la localidad tiene la presencia de coliformes fecales y por lo tanto no es apta para consumo humano.
"Todo lo hacemos nosotros, la municipalidad no viene hasta estos lugares",
Amalia Fuentes, vecina de la aldea Los Escobares.
Amalia Fuentes es una mujer de 37 años y vive en aldea Los Escobares, a 25 minutos del centro del municipio.
Todos los días sale temprano de su casa para abastecerse de agua para cocinar, limpiar y tomar. La hierve antes de consumirla para evitar enfermarse.
El área urbana de San Juan Ostuncalco tiene cuatro zonas que se abastecen de un pozo perforado en el barrio El Calvario, ubicado detrás del cementerio general en la zona 3.
En tanto que las comunidades rurales recurren a los nacimientos que llegan hasta los estanques construidos entre comités de vecinos y autoridades municipales.
“Nos apoyamos para llevar agua limpia a nuestras casas. El comité y las mujeres que lavamos nos ponemos de acuerdo para pintarlo. Todo lo hacemos nosotros porque la municipalidad no viene hasta estos lugares”, comenta.
Por la importancia que tiene el recurso para la comunidad, en Los Escobares se reúnen para festejar y elevar una plegaria para agradecer por el agua que tuvieron durante el año y rogar porque no haga falta.
1) A diario las personas en aldeas de San Juan Ostuncalco buscan agua para llevar a sus casas sin importar la distancia que deben recorrer. 2) En los tanques comunales las mujeres llegan a lavar ropa y trastes. El agua no llega hasta sus hogares. 3) Latas, plásticos, restos de ropa y demás basura se acumula en el afluente y la falta de tratamiento provoca un foco de contaminación. 4) Cuatro zonas de San Juan Ostuncalco se abastecen por un pozo mecánico cercano al cementerio general.