Los muertos tendrán que esperar

 

El concejo rescindirá el contrato para construir un salón de usos múltiples. La municipalidad no pudo garantizar la seguridad que pedía el constructor para sus trabajadores. Y los vecinos deberán esperar otro año más.

Por: Enrique García

Los vecinos de la colonia 6 de marzo, Chinautla, pensaron en reunir dinero para techar la obra abandonada. Sus casas son muy pequeñas para velar a sus muertos y pensaron que ahí podrían hacerlo. Pero la municipalidad no les dio permiso.

Desde hace más de cuatro años, dijo uno de los entrevistados que pidió no ser identificado por razones de seguridad, están a la espera de contar con un salón de usos múltiples. Creyeron que lo tendrían en 2018, pero ahora deberán esperar, de nuevo.

El concejo municipal, dirigido por la alcaldesa Brenda Elizabeth del Cid Medrano, decidió que rescindirá el contrato porque no pudo garantizar la seguridad que pedía el constructor para sus trabajadores. La colonia 6 de marzo no es un barrio seguro.

De acuerdo con Del Cid Medrano, la obra no fue presupuestada para este año. Tampoco entregaron el anticipo a la empresa, por lo que dar marcha atrás a este concurso es más sencillo.

Inseguridad cotidiana

El sector “6 de Marzo”, en Chinautla, es un paso ciego para la delincuencia. El portón de la colonia que alguna vez fue privada, tiene marcas de la violencia – perforaciones de balas y “placasos” (pintas) – los cuales identifican que el lugar es controlado por integrantes del Barrio 18.

“Es una ruta de escape para Tecún Umán, Joyas de Senahú, Santa Marta y San Rafael” señala un vecino que por seguridad evita dar su nombre, mientras ve un partido de futbol en los campos del “Pishaco”, cercano a la “6 de Marzo”.

Cada callejón tiene su historia de muertes, captura de pandilleros y lo que caracteriza al municipio, la extorsión. “Las maras tienen controladas la mayoría de las colonias y están dispersos en todos lados. La violencia aumentó después que el Ejército dejó de hacer sus rondas” declaró el entrevistado.

Proyecto paralizado

El pasado 20 de julio, la municipalidad adjudicó un contrato por Q885 mil, NOG 6403360. El proyecto, de acuerdo a la alcaldesa, era construir un salón municipal de usos múltiples en la colonia “6 de Marzo” –el cual ganó la empresa J.L.C. Ingeniería, Sociedad Anónima–, y responder a la solicitud de los vecinos del lugar.

Pero la obra quedó paralizada y fue hasta el 14 de noviembre que la comuna oficializó el contrato con el proveedor ya que este solicitó seguridad para comenzar a trabajar en el lugar. El fenómeno no es nuevo, también en San Julián se trabajó un proyecto de pavimentación y el personal de la empresa fueron víctimas de extorsión y amenazas. La solución fue contratar gente del mismo lugar, contrario a lo que ocurre en la “6 de Marzo” ya que es difícil encontrarlos durante el día, refiere Del Cid Medrano, alcaldesa de Chinautla.

Una de las soluciones que consideraron fue contratar gente que vive en la colonia para que se cuiden entre ellos – trabajadores y vecinos -, pero, aclara, muchos no quisieron hacerlo. Llevar personas de otras colonias a este sector, sería aún más riesgoso.

“Sí les han sucedido a empresas pequeñas, pero no es común que lo lleven a la Cámara de Construcción” refirió el vicepresidente de dicha entidad, Javier Ruiz Asmar. Dijo que ha “escuchado” que este tipo de casos los trasladan directamente a la Policía Nacional Civil (PNC) pues a quienes extorsionan son a empresas pequeñas que trabajan en lugares muy expuestos.

De acuerdo al presidente de la Asociación Nacional de Municipalidades (ANAM), Edwin Escobar, también las denuncias que se reciben por situaciones similares se envían a la Dirección de Seguridad Ciudadana y la Policía Municipal del lugar coordina con PNC, Ministerio de Gobernación y Ministerio Público.

La municipalidad subió a Guatecompras los CV de los integrantes de la junta licitadora para demostrar su idoneidad.

Más seguridad

Dos concejales del municipio confirmaron que “hay demasiada violencia” en varias zonas de Chinautla. Para ello la comuna trabaja conjuntamente con la oficina Internacional de Asuntos Antinarcóticos y Procuración de Justicia (INL, en inglés) de Estados Unidos, RTI International y el Ministerio de Gobernación para colocar 20 cámaras, así como la instalación de una subestación de la PNC desde donde se realizarán los monitoreos.

Las cámaras llegaron al municipio, pero no a la colonia 6 de marzo. Como tampoco llegó la solución que los vecinos esperaban para velar a sus muertos.