Raxruhá y los millones que la alcaldía tira por la alcantarilla

 

 

La constructora que eligió la municipalidad ha tenido quejas por incumplimiento de trabajo en otros departamentos.

 

 

Por Sofía Menchú

 

Hace seis meses, la municipalidad de Raxruhá, Alta Verapaz, firmó un contrato con la Constructora y Transportes Architrac, S.A. por Q10 millones 839 mil 945 por la ampliación del sistema de alcantarillado sanitario en el barrio San José. Se trata del proyecto más caro de esa comuna hasta ahora, según reportes de Guatecompras que datan de 2008, y que ha generado molestias entre los vecinos porque está colocada a pocos metros de un río y temen que eso contamine el agua.

Es la misma empresa que en diciembre 2017 suscribió un contrato con el ministerio de Comunicaciones para «reponer un tramo carretero» de 32 kilómetros entre Huehuetenango y Quetzaltenango, y que este mes fue notificada de que deberá pagar las fianzas por incumplimiento. El monto de ese negocio era Q27 millones.

Raxruhá fue constituido municipio de Alta Verapaz en marzo de 2008. Las primeras elecciones municipales las celebraron en 2011, el alcalde electo fue Gumercindo Reyes Bolvito de UCN. En 2016 fue sustituido por César Atilio Castro Oxom, actual jefe edil, que llegó con el partido Lider.

 

Tan cerca del río

 

Según las bases de licitación publicadas por la municipalidad, el proyecto consistía en la construcción de la planta de tratamiento, el sistema de alcantarillado sanitario, el reservorio y línea de bombeo de reservorio. Y deberá estar listo en enero de 2020.

“Las condiciones de salud de los habitantes del municipio son malas, causado principalmente por las enfermedades diarreicas agudas, parasitismo intestinal e infecciones de la piel (…) actualmente no tienen accesibilidad a un sistema de alcantarillado sanitario”, justificó el alcalde César Atilio Castro Oxom, en la solicitud de financiamiento presentada en agosto pasado a la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (Segeplan).

Sin embargo, los vecinos temen que «salga más caro el caldo que los frijoles», por la contaminación que pueda generar a futuro la obra.

“No queremos la fosa porque nos va a afectar con el tiempo. La construcción está a unos cinco metros del río San Simón, allí lavamos y nos bañamos y jalamos agua para usar en la cocina. Además hemos visto que el otro alcantarillado, uno que pusieron en el barrio Concepción, no funcionó y con el tiempo se arruinó. Ahora es un charco del que sale mal olor y atrae ratas”, dijo Rodolfo Rax, un vecino de la colonia El Tigre del barrio San José.

Además del temor del posible daño ambiental, también existen cuestionamientos sobre la obra. El Observatorio Ciudadano de Alta Verapaz ha seguido el proceso desde su adjudicación y cuestiona el grosor de la tubería utilizada y la maquinaría para realizar el proyecto. Integrantes del Observatorio, que por temor a represalias por parte del alcalde pidieron omitir su nombre, consideran que los materiales que usa Architrac no corresponden al monto cobrado por la construcción.

El alcalde explicó que en la política siempre habrá gente que critique y que se queje de las autoridades. “Allí va a estar el reservorio donde se va a verter todo y falta que pongan la planta de tratamiento este año. Eso está diseñado por ingenieros y expertos de la municipalidad. La gente puede decir un montón y son ellos los que más ensucian el río”, comentó.

Una zanja de 500 metros que se abre paso en medio de la terracería y el lodo que componen las calles de Raxruhá, unos parales de madera que se entrelazan formando una estructura y un tubo gris pvc que atraviesa el agujero. Una especie de pozo hecho de concreto queda cubierto con una tapadera de cemento que sostienen cinco albañiles. Esas son las imágenes que muestran las fotografías y los videos que Architrac subió en enero 2019 a Guatecompras para mostrar el avance de la obra.

En relación a los trabajos realizados hasta ahora por la constructora, único oferente en el proyecto, Castro dijo que la obra se comenzó hasta octubre de 2018 y que a febrero 2019 les ha pagado alrededor de Q1.5 millones.

La página de la municipalidad, en el apartado «drenaje y alcantarillado», no registra proyecto alguno. En «Información Pública de oficio», el único link que no está activo es el de MuniObras. El proyecto aparece enumerado en el listado de obras de octubre 2018.

 

Archila, los constructores

 

Los propietarios de Architrac son Rolando Guillermo Archila Vásquez de 70 años, comerciante y su hijo, Anderson Rolando Archila Ivara de 33 años. Archila Vásquez ha sido proveedor del Estado desde 2009 a través de esta empresa y sus contratos suman, a la fecha, Q79.7 millones.

Mientras que Archila Ivara tiene también otra empresa llamada Constructora y Concretos, S.A. (Construcret), que ha suscrito contratos por Q2.4 millones de 2013 a 2017 con el ministerio de Salud y gobiernos locales. Tanto Construcret como Architrac proveen en su mayoría a las municipalidades de Tactic, San Pedro Carchá, Santa Cruz Verapaz, Fray Bartolomé de las Casas, Chahal, Lanquín, Chamelco, Raxruhá y Carchá, todas de Alta Verapaz. Aunque tienen uno que otro contrato con un par de ministerios.

Ambas empresas, según el registro de precalificados del Ministerio de Comunicaciones, tienen su domicilio fiscal en Santa Cruz, Alta Verapaz, y habían mantenido bajo perfil hasta 2017. En mayo de ese año Architrac se presentó como único oferente para la reparación del puente Belice, en la primera licitación que se hizo, pero quedó fuera del concurso por no llenar los requisitos.

“La empresa Constructora Architrac presentó dos subcontratos como la experiencia de la empresa los cuales no cumplen con las bases de licitación ni son obras similares a las que se pretende adquirir; el superintendente propuesto no demuestra la calidad para dirigir el proyecto; el modelo de cuadro de oferta presentado presenta errores aritméticos de cálculo que modifica el monto ofertado; y, la metodología de trabajo a nuestro criterio no es consistente con el trabajo que se debe realizar”, explicó la junta de licitación en el acta de evaluación técnica de junio de 2017.

En el proyecto del puente Architrac pretendía cobrar Q35.9 millones. Pero al final, ese año no le fue tan mal porque en diciembre de ese año, el ministerio de Comunicaciones le adjudicó un contrato de Q27 millones para la «reposición de carretera» en la bifurcación entre Huehuetenango y Quetzaltenango.

La constructora que eligió Raxruhá ha tenido quejas por incumplimiento de trabajo en algunas municipalidades. En el proyecto que ganó en diciembre de 2017 para reparar el tramo carretero debería entregarlo en abril de este año y tiene retrasos.

Según el informe de la Dirección General de Caminos de hace seis meses, el avance físico de esa carretera era de menos del 10 por ciento por lo que se envió una alerta al Ministerio, quien hace dos meses citó a Architrac y a la aseguradora para que hagan efectiva la fianza y respondan por el atraso. El pasado 5 de abril de 2019, Comunicaciones notificó el cobro de las fianzas de anticipo y cumplimiento.

Para el caso de Raxruhá, el alcalde dijo que si la constructora no cumple el plazo establecido cobrará la fianza.

Se intentó contactar a Anderson Archila, pero no respondió las llamadas.